Ruta Oncológica de la Nueva EPS en Santander
Resumen
La Ruta Oncológica de Nueva EPS en Santander brinda atención integral y humana a más de 13,000 pacientes con cáncer. La historia de Namides Patricia Cuesta destaca la eficacia y empatía del sistema, ejemplificando cómo el acompañamiento adecuado puede superar el cáncer.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En Santander, más de 13 mil pacientes luchan cada día contra el cáncer bajo el acompañamiento de la Ruta Oncológica de Nueva EPS, una estrategia que garantiza atención integral, oportuna y humana a quienes enfrentan uno de los diagnósticos más temidos. Entre ellos se encuentra Namides Patricia Cuesta, una mujer guajira que hoy celebra la vida después de haber superado un cáncer de mama en estado avanzado. Su historia refleja no solo la fortaleza de los pacientes, sino también el impacto de un sistema de salud que, cuando funciona con eficiencia y empatía, puede cambiar destinos.
Un diagnóstico que transformó su vida
Era diciembre de 2024 cuando Namides recibió la noticia que alteraría su cotidianidad: un cáncer de mama avanzaba silenciosamente en su cuerpo. “Una nunca está preparada para algo así. Sabía que los tiempos hacían la diferencia, porque cuando te dicen que además de ser cáncer está en un estado avanzado, entiendes que las probabilidades de recuperación disminuyen mucho”, recuerda.
A pesar del miedo, Namides no se dejó vencer. Inició un recorrido por distintas ciudades en busca de atención: desde Fonseca, La Guajira, hasta Barranquilla, donde confirmó el diagnóstico y comenzó su tratamiento. Sin embargo, las limitaciones de la red médica en su región la llevaron a tomar una decisión definitiva: trasladarse a Santander, un departamento reconocido por su infraestructura médica y por contar con una de las rutas oncológicas más sólidas del país.
La atención integral: una carrera contra el tiempo

A su llegada a Bucaramanga, la afiliada de Nueva EPS recibió atención inmediata gracias a la coordinación entre la entidad y la Fundación FOSCAL. En cuestión de días, fue valorada por especialistas, se iniciaron los exámenes previos y comenzó su tratamiento con quimioterapias. “El 20 de enero arranqué mi tratamiento. Sé que mi cáncer no era fácil de manejar, pero el proceso fue tan eficiente que me salvó la vida”, afirma con emoción.
Su hija, Nadia Bolaños, fue testigo del proceso. “Nueva EPS garantizó casi de manera inmediata todas las citas, autorizaciones, medicamentos y procedimientos. Empezamos en La Guajira, pasamos por Barranquilla y terminamos en Santander. Sabemos que esto no termina aquí, pero mi mamá ganó la primera batalla”.
El pasado 16 de octubre, diez meses después de recibir el diagnóstico, Namides tocó la campana en la FOSCAL, símbolo de haber concluido con éxito su tratamiento y de estar libre de células cancerígenas. “Ese momento fue motivo de alegría, de agradecimiento al Señor y de impulso para seguir adelante”, recuerda entre lágrimas.
Una red oncológica sólida para el nororiente colombiano
En Santander, Nueva EPS garantiza atención a 13.123 afiliados activos con diagnóstico de cáncer, lo que equivale al 6,5% de la población total con esta enfermedad atendida por la entidad en todo el país. La región se ha consolidado como un centro de referencia para el nororiente colombiano gracias a la complejidad de sus servicios y a la capacidad de instituciones como la Fundación Oftalmológica de Santander (FOSCAL), que atiende a más de 9.900 usuarios provenientes también de Norte de Santander, Arauca, sur del Cesar y Bolívar.
Además, la red complementaria cuenta con el Hospital Universitario de Santander y las IPS Cal Oncológicos, lo que permite una cobertura integral. Solo en 2025, el sistema de autorizaciones SIS ha emitido más de 4,1 millones de aprobaciones para medicamentos y 6,6 millones para procedimientos oncológicos, garantizando la continuidad del tratamiento de los pacientes.
El 65% de los usuarios activos pertenecen al régimen contributivo, mientras que el 35% hace parte del subsidiado, quienes son atendidos principalmente en instituciones públicas como la ESE ISABU, la Clínica Guane y los hospitales locales de Piedecuesta y Aguachica.
Los diagnósticos más frecuentes son cáncer de mama (21%), piel (15%), próstata (11%) y colorrectal (7%). Además, el 2% corresponde a cáncer infantil, siendo la leucemia la más común con el 39% de los casos.
El poder de la empatía en el proceso de curación
Más allá de la tecnología y los medicamentos, Namides destaca la calidad humana del personal médico que la acompañó. “Aquí hay personas con un don especial. Recuerdo a las enfermeras que me abrazaban cuando lloraba de miedo, al doctor que me atendió en vacaciones, a la señora Mari que gestionó mis autorizaciones. Todos ellos fueron mis ángeles”.
Su relato demuestra que la atención oncológica va más allá de los tratamientos clínicos: incluye el acompañamiento emocional, el apoyo familiar y la confianza en los profesionales de la salud. “Mi hija fue mi fuerza. Cuando yo no podía caminar, era ella quien me arrastraba hasta la puerta de la clínica. Su voz me repetía: vamos guerrera, tú puedes”.

Una ruta que da esperanza
La Ruta Oncológica de Nueva EPS se ha convertido en un modelo de atención integral que busca garantizar no solo la oportunidad del tratamiento, sino también la humanización del proceso. Desde el diagnóstico hasta la remisión, cada paciente cuenta con un equipo interdisciplinario que coordina los servicios para reducir demoras y evitar desplazamientos innecesarios.
Este enfoque ha permitido que miles de pacientes, como Namides, puedan superar el cáncer con resultados exitosos. “Sé que tengo que seguir en controles, pero ya gané la primera batalla. Tocar la campana fue un símbolo de vida, de esperanza y de fe”, afirma.
Superar el cáncer sí es posible
La historia de Namides es un testimonio de lucha, pero también una muestra del impacto que puede tener un sistema de salud comprometido con sus pacientes. Su voz se suma a la de cientos de sobrevivientes que, con determinación y acompañamiento médico adecuado, han logrado vencer una enfermedad que no discrimina.
“Mi mensaje para quienes están empezando este camino es que confíen en sus médicos, que no pierdan la calma ni la fe. Hay que pensar en positivo, creer que sí se puede”, dice con una sonrisa que irradia esperanza.
En medio de los retos que enfrenta el sistema de salud colombiano, la Ruta Oncológica de Nueva EPS en Santander se erige como un ejemplo de articulación, eficiencia y empatía. Gracias a su modelo de atención, 13 mil historias como la de Namides Patricia Cuesta siguen escribiéndose con una misma conclusión: superar el cáncer es posible cuando la ciencia y el corazón trabajan juntos.
