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Sayco y Acinpro están matando la ‘Gallina de los huevos de Oro’

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Resumen

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Cuando el maestro Jorge Villamil Cordobés, el autor de la famosa canción de ‘Los Guaduales’ y el compositor Rafael Escalona, autor de la creación del ‘Festival de la Leyenda Vallenata’, le solicitaron al Congreso de Colombia una ‘Ley sobre Derechos de Ejecución Musical’ que fue rápidamente tramitada, se buscaba de establecer un sistema parafiscal para favorecer a los artistas colombianos, que Vivian en la infinita miseria.

De la noche a la mañana se constituyeron la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia (SAYCO) y la Asociación Colombiana de Intérpretes de la Música Nacional (Acinpro).

No existían convenios internacionales, aunque molíamos la música mexicana, porque se trataba de una simple iniciativa para proteger a los artistas pobres que, desde la Plaza de Las Nieves en la ciudad de Bogotá, como los grupos de músicos antioqueños y santandereanos, alojaban a los grupos de serenateros, que ofrecían sus conciertos callejeros a la luz de la luna.

Escrudiñando el espíritu de las normas que fueron expedidas en aquella época por el Congreso de la República, conformaron unos grupos de abogados que se apoderaron de las dos organizaciones que pretendían aglutinar a los autores e intérpretes de la música nacional.

No se sabe a qué horas y en qué momento, modificaron la legislación para abrirle una tronera impresionante al recaudo de los dineros de los cuales se han apropiado estas dos entidades, al extremo de ejercer un chantaje permanente contra los propietarios de emisoras y contra los eventos feriales que organizan los alcaldes y gobernadores.

Pretendiendo ser los usufructuarios del negocio de la música, se han conformado ‘bloques de búsqueda’ conformados por abogados para cobrarles sumas inmensas, injustas y extravagantes  a miles de emisoras comerciales y tiendas de barrios que están afrontando la competencia de las plataformas digitales y redes sociales, cuando en realidad la radiodifusión colombiana está en quiebra y numerosas estaciones de radiodifusión no aguantan con los costos de nómina, con los altos impuestos y con las excesivas tarifas de la energía eléctrica.

Los dirigentes costeños y antioqueños que se tomaron las juntas directivas de Sayco y Acinpro, que dominan el negocio de la música y que ordeñan el negocio para apoderarse del sesenta por ciento (60%) de los recaudos por jurisdicción coactiva, están ‘matando la gallina de los huevos de oro’ y recorriendo el camino de ‘La Fábula de la Lechera’ del Maestro Rafael Pombo, porque la proliferación de emisoras comerciales y comunitarias, que existen en cada municipio de Colombia, no tienen la capacidad económica para sobrevivir a la catástrofe.

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