Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Algo muy grave está pasando con las flotillas de helicópteros de las fuerzas militares y de policía. En menos de un mes, se han presentado dos accidentes que han provocado la muerte de cuatro miembros del ejército nacional y cuatro de la policía, en operaciones de abastecimiento a las unidades de combate.
Los helicópteros Black Hawk, que son fabricados en la república de Israel, son los más seguros del mundo y representan un costo muy alto para Colombia, que debe realizar permanente mantenimiento a sus unidades. Los costos de estos aparatos son muy elevados y pareciera que se están agotando los repuestos, porque no ha existido criterio económico ni voluntad para protegerlos.
Hay mucha improvisación y desencanto en el Ministerio de Defensa por la falta de repuestos para cumplir con la dotación de estos aparatos que son las herramientas de alto vuelo para combatir a la subversión y el terrorismo. El sistema de compras de armamento militar, aviones y helicópteros de combate, se ha convertido en una pesadilla para los comandantes de la fuerza pública.
Lo mismo está pasando con las Unidades de Control del Riesgo en el gobierno nacional y en las administraciones departamentales y municipales. Son muchos los requisitos legales para las compras de esta clase de elementos, a tal punto que estamos empezando a padecer una tremenda escasez de los elementos indispensables para atender situaciones de emergencia.
Para la muestra un ejemplo, como la compra de cuarenta carrotanques para llevarle agua a los habitantes de la Alta Guajira. La mayoría de estos vehículos están esperando que el proveedor cumpla con los requisitos contractuales. Por todas las trabas que existen en el trámite de las licitaciones publicaciones estamos padeciendo las consecuencias de un sistema fiscal, que exige demasiados requisitos, en medio de los cuales aparecen también los fenómenos de corrupción que se han extendido por todos los despachos de la administración pública.
La improvisación en los nombramientos de personal técnico; la ausencia de los altos mandos que fueron llamados a calificar servicios con el pretexto de purificar a las fuerzas armadas; la desconfianza de los altos funcionarios que están llegando a los altos cargos, ha puesto en riesgo hasta los sistemas de salud, donde desaparecieron los medicamentos para enfermedades de alto costo, que tampoco están llegando al país. Estamos muy mal, como consecuencia de las locuras que se han presentado en la mayoría de las instituciones, de donde fueron despedidos los empleados de mayor experiencia, por el prurito de entregarle cargos a los nuevos amos del poder.