Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por: Ángel Alirio Moreno Mateus
Norberto Morales Ballesteros fue un político liberal que se destacó por su personalidad sincera. No tuvo dificultades para expresar con la mejor semántica lo que pensaba. Tal vez su pragmatismo lo condujo a ganarse las malquerencias de algunos a tal punto que terminó él y dos de sus hijos secuestrados por el EPL (Ejército Popular de Liberación) una guerrilla que luego de su desmovilización se convirtió en el movimiento político Esperanza, Paz y Libertad. Tras los secuestros y luego de pagar una suma de dinero, fue “sentenciado” por esa guerrilla, a que sus hijos no podrían hacer política, a clausurar su movimiento denominado Directorio Liberal Popular de Santander y liquidar el CEDES (Centro de Estudios de Santander) entidad sin animo de lucro en la que se consolidaron buena parte de los auxilios parlamentarios de su gestión de años en el Congreso de la República.
El CEDES era el titular de la propiedad del edificio de la Carrera 27 entre calles 34 y 35 de Bucaramanga donde funcionaba toda una estructura de servicios de asistencia social y económica, dirigida a los simpatizantes del Directorio Liberal Popular. Allí funcionaban además los estudios de la emisora metropolitana y oficinas de varias disciplinas que ofrecían sus servicios gratuitos a la comunidad.
Morales Ballesteros en libertad, era hostigado constantemente por el comandante del EPL para que procediera a “ejecutoriar” la sentencia y entregara el patrimonio del CEDES a entidades sin ánimo de lucro. Fiel a la condena impuesta por la guerrilla de entregar ese patrimonio a otra entidad afín, sin animo de lucro, Morales convino con Luis Alberto Gil -Presidente del Sindicato de Educadores de Santander- y José María Franco gestor de la estructura empresarial de ese sindicato entre otras empresas de Solsalud EPS, de entregarles la titularidad de todos los bienes, con una única clausula de restitución que consiste en mantener a perpetuidad el nombre de Mauricio Morales Ballesteros a la entrada del auditorio que por siempre llevara ese nombre. El Sindicato de Educadores de Santander recibió además la titularidad de la propiedad del parque recreacional Guatiguará Los Bambúes ubicado en Piedecuesta.
Una vez entregados los bienes, el SES (Sindicato de Educadores de Santander) traslado allí sus oficinas y el centro de operaciones de la estructura empresarial que comenzó a desarrollar en el departamento, al igual que las dependencias de sus directivos que provenían de distintas tendencias ideológicas, eso si todas de izquierda, la mayoría cercana a la desmovilización del M-19
Alrededor de esa estructura ideológica que se instala en el edificio, ahora no del CEDES, sino del SES, surge una disidencia de la Alianza Democrática M-19 hoy Partido Verde y nace Convergencia Ciudadana como una alternativa social, empresarial y política y se reparten los roles. Luis Alberto Gil Castillo a dirigir la política y José María Franco a lo empresarial. La tranquilidad y armonía en ese edificio y en los que sucedía a su interior se mantuvo, hasta que en 1999 fue declarado junto a sus habitantes, objetivo militar de las autodefensas de Santander comandadas por Guillermo Cristancho alias “Camilo Morantes”.
