Seguridad sin romanticismos, la propuesta del General Matamoros a los Colombianos
Resumen
El general retirado Gustavo Matamoros busca introducirse en la política para mejorar la seguridad y combate al narcotráfico, además de reconstruir la familia colombiana. Su experiencia militar lo respalda en su visión estratégica.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Con la determinación de quien ha liderado batallones enteros y ha conocido el país desde sus rincones más olvidados, el general retirado Gustavo Matamoros Camacho irrumpe en el escenario político nacional con una propuesta clara: recuperar la seguridad, enfrentar el narcotráfico, combatir la corrupción y reconstruir la familia como núcleo de la sociedad colombiana.
Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE
Matamoros, quien dedicó 40 años de su vida al Ejército Nacional, comandó unidades de gran tamaño como el Comando Conjunto del Caribe que, en su momento, fue la estructura militar más extensa del país con más de 76 mil hombres bajo su mando y una jurisdicción de 300 kilómetros. Militar y jinete colombiano, quien se desempeñó como Jefe del Estado Mayor. Su carrera militar estuvo marcada por la acción en terreno más que por la burocracia, algo que considera una de sus principales fortalezas.
“Poco pasé por la oficina”, aseguró con tono directo durante una entrevista que entregó a EL FRENTE en el contexto de su primera correría nacional, ahora que busca entrar al mundo de la política. También fue gerente de Indumil durante tres años y medio, experiencia que define como “grandiosa” por su visión estratégica e industrial.

Ahora, tras su retiro, Matamoros quiere poner su experiencia al servicio de una cruzada política que, reconoce, muchos ven como una “quijotada”. Pero él no se deja intimidar. “Me voy a meter en estas porque a mí no me puede quedar el remordimiento de que pude haber hecho algo y no hice nada”, dijo para después enfatizar que su visión de país no parte de una ambición personal, sino de una urgencia moral y patriótica: “Nos tenemos que unir. No podemos seguir como espectadores viendo cómo se reparte Colombia cada cuatro años”.
Por ahora, sopesa dos vías para dar el salto formal a la contienda electoral de 2026: la recolección de firmas o la vinculación a un partido político al que se le restituirá la personería jurídica. La decisión aún no está tomada, pero la hoja de ruta, asegura, está clara.
El eje central de su propuesta es la seguridad y en ese aspecto no se anda con rodeos: “Es increíble que lo primero que haga un gobierno para solucionar la inseguridad sea sentarse con los bandidos, en lugar de preguntarles a los ciudadanos qué necesitan”. Para el general retirado Gustavo Matamoros, los grupos armados deben ser derrotados en el terreno antes de cualquier negociación. “Solo así se sientan a una mesa bajo las condiciones de un gobierno serio”, afirma.
Su experiencia en defensa le permite hablar con propiedad: “Los que sabemos de seguridad somos los militares. A nosotros no nos lo enseñaron en un aula, lo aprendimos caminando el país, viendo a nuestros compatriotas sufrir”.
“Me duele del país. El tema de la seguridad, es increíble que los gobiernos para solucionar el problema de la seguridad lo primero que hacen es sentarse a negociar con los bandidos, para ver qué quieren, en lugar de primero preguntarle a la ciudadanía sobre sus necesidades. A los bandidos hay que combatirlos y sentarlos a una mesa de negociación derrotados bajo las condiciones de un gobierno serio, la seguridad en este momento es crítica”, reiteró el precandidato presidencial quien hizo hincapié en la corrupción como otro cáncer que está carcomiendo a la institucionalidad.
“La corrupción es otro aspecto que me duele, y ahora vemos que es en todos los niveles del Estado y de la sociedad y se volvió una costumbre. Me duele mucho que no seamos capaces de combatir el narcotráfico como se tiene que combatir qué es el principal incentivo de todos los males que tenemos como sociedad, es el combustible de todo lo que nos pasa, de los bandidos, de la inseguridad, de la corrupción y es precisamente en ese contexto en que hay una hoja de ruta de gobierno inspirado precisamente en la seguridad”, indicó Matamoros quien al lado del narcotráfico considera que se debe luchar con la misma insistencia contra la minería ilegal pues son factores que, según él, están destruyendo el tejido social del país. “La gente ha perdido los valores, se resignó a vivir en la ilegalidad porque siente que no le pasa nada, y el Estado tampoco le ofrece otra opción”.
E insistió: “El narcotráfico es el combustible de todos los males: corrompe desde soldados hasta presidentes, socava las instituciones y desintegra la familia. Por eso, propone atacar el problema con contundencia, pero también con alternativas para la juventud y el campesinado, hoy abandonados a su suerte.
La familia, base de todo
El general retirado Gustavo Matamoros destacó como otro de los ejes de su propuesta la reconstrucción del núcleo familiar, al que considera esencial para recuperar los valores perdidos. “En la familia es donde se inculca el respeto, la honestidad, el esfuerzo. Pero estamos viendo una crisis moral generalizada, con violencia intrafamiliar desbordada y estructuras rotas”. Para él, si no se repara la base, cualquier otro esfuerzo será en vano.
Además, Matamoros cree firmemente en el poder transformador de la reserva militar y policial, a la que define como un ejército cívico de ciudadanos formados, organizados y distribuidos por todo el país. “Tenemos un recurso humano inmenso. En cada municipio de Colombia hay reservistas con vocación de servicio que podrían convertirse en agentes de cambio”.
Con tono sereno pero firme, el general Matamoros no teme enfrentar el escepticismo. A quienes cuestionan que un militar quiera dirigir el país, responde: “Si el problema más grave del país es la seguridad, ¿por qué no confiarle esa tarea a quien ha vivido la guerra, ha salvado vidas y ha defendido la institucionalidad durante décadas?”.
Su mensaje, a pocos meses del inicio de las campañas presidenciales, es claro: no viene a improvisar, sino a aportar desde el conocimiento y la experiencia.