Seis pasos para mejorar el desempeño financiero empresarial

En Colombia, el crecimiento empresarial ha sido notable: en 2024, el país alcanzó un récord con más de 1,56 millones de empresas formales activas, según la Presidencia de la República. Sin embargo, detrás de esta expansión, muchas organizaciones —especialmente las grandes— enfrentan un reto común: cómo gestionar de manera eficiente sus gastos operativos.
Desde la solicitud de compras y la gestión de contratos hasta la relación con proveedores y los pagos, la administración del gasto se convierte en una columna vertebral para la sostenibilidad y competitividad empresarial. Sin embargo, como lo advierte Ariel Puga, CEO y cofundador de Finnecto, muchas empresas todavía operan con procesos fragmentados: “En muchas organizaciones, la gestión del gasto sigue siendo un proceso en silos, lo que genera falta de visibilidad, duplicidad de esfuerzos y decisiones poco estratégicas”.
Finnecto, una plataforma que automatiza la gestión de compras y pagos, ha identificado seis prácticas esenciales para que las empresas puedan optimizar su gestión de gastos operativos, alineando sus decisiones con objetivos financieros y estratégicos más robustos.
1. Descentralizar la gestión, pero centralizar la visibilidad del gasto
Uno de los principales obstáculos es la dispersión de la información entre áreas como finanzas, compras, operaciones, legal y tecnología. Centralizar esta información en una única plataforma permite monitorear en tiempo real qué se está gastando, dónde y por qué. Esta visibilidad facilita el control y alinea los procesos con la estrategia de la empresa. Sin embargo, es fundamental que cada área tenga acceso a herramientas que le permitan gestionar sus solicitudes con transparencia y eficiencia.
2. Adaptar los procesos a las necesidades locales
Las grandes empresas que operan en Colombia deben contemplar las particularidades fiscales, contables y laborales del país. Procesos como la gestión de retenciones o los reportes a entidades reguladoras no siempre están contemplados en plataformas internacionales. Ignorar estos elementos puede generar fricciones operativas, retrasos y riesgos legales. Adaptar las herramientas tecnológicas a las exigencias del entorno local es clave para evitar sobrecostos y garantizar el cumplimiento normativo.
3. Digitalizar y automatizar cada fase del proceso
Desde la solicitud interna hasta la ejecución del pago, la automatización reduce tiempos, errores y esfuerzos manuales. “Los clientes de Finnecto han reportado ahorros del 10% al 12% mensual gracias a una mejor planificación y control del gasto. Además, han logrado reducir en un 60% el tiempo de los ciclos de gasto”, explica Puga. Este cambio no solo libera tiempo para tareas estratégicas, sino que también mejora la trazabilidad y el seguimiento de cada transacción.
4. Optimizar la relación con proveedores
Una gestión inteligente del gasto también implica una relación eficiente con los proveedores. Automatizar procesos como la recepción de facturas, su validación, y la evaluación de desempeño permite seleccionar mejor a los aliados estratégicos. “Identificar y trabajar con proveedores confiables de manera ágil fortalece la operación, reduce riesgos y mejora el cumplimiento”, añade el CEO de Finnecto.
5. Usar los datos para mejorar continuamente
Una de las grandes ventajas de la automatización es la capacidad de generar reportes en tiempo real. Estos datos permiten identificar patrones de gasto, anticipar impactos financieros y descubrir oportunidades de mejora. La toma de decisiones basada en datos refuerza la ejecución inteligente del presupuesto, mejora el desempeño operativo y crea una cultura de eficiencia en toda la organización.
6. Integrar los sistemas ERP
Por último, toda solución tecnológica debe poder integrarse nativamente con los sistemas ERP que la empresa ya utiliza, como SAP, Oracle, NetSuite u Odoo. Una integración nativa garantiza una implementación más rápida, evita desarrollos costosos y minimiza las fricciones tecnológicas. “La integración con el ERP es crucial para que la automatización no se convierta en una carga adicional, sino en un verdadero habilitador de eficiencia”, puntualiza Puga.