Resumen
El artículo hace un recorrido histórico del billar, explicando su origen en Grecia y Egipto, hasta su popularización en Francia y posterior llegada a Colombia en 1800. Se destaca como un deporte de confraternidad y amistad, practicado en su mayoría por profesionales en sus momentos de ocio.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
No me tomó mucho tiempo para conocer, practicar y deleitar un deporte recreación, hecho para hombres y mujeres de todas las edades, bueno, digamos que, para mayores de ocho años, niños que no sean tan enanos, porque su altura de juego está por encima de un metro. Me refiero al juego del BILLAR.
Se dice que el billar es de la antigüedad de Grecia y Egipto y se jugaba en el suelo al aire libre. Dado los intensos inviernos, en Europa, Francia toma la “vocería” para que este deporte se haga en recinto cerrado y es cuando aparece el juego “bille”, que en francés significa bola. En el siglo XVII, años de 1600 de nuestra era, empieza a tomar fuerza el concepto que hoy conocemos. El juego pasa del suelo a una mesa diseñada por el francés Henry Devigne, un carpintero de la corte francesa. Su tabla de juego era cubierta con un paño verde para asimilar el césped en donde se jugaba y con unos bordes para impedir la salida de las bolas de esta “cancha”. Sobra decir que los “tacos” (palos para empujar las bolas) eran muy parecidos a los que ahora tenemos para nuestra destreza y torneos mundiales.
A Colombia llega el billar, en 1800, o sea hace 224 años, y mil ochocientos años después de la llegada de Jesucristo a la tierra, y se instala en Bogotá cerca a la única universidad que había, que era la Universidad Santo Tomás…Por eso tal vez los mejores billaristas de Bucaramanga, son contadores, abogados, médicos, ingenieros, economistas, odontólogos, sociólogos, psicólogos, egresados de esta magna institución. Claro, hay buenos de otras universidades, hasta de la universidad de la vida, porque hasta ahora la academia es muy poco la que ha sacado buenos profesionales del “taco”.
Mientras en Francia era un juego de las altas cortes, a Colombia llega como juego de cafetines, por lo cual era o es normal que los muchachos aprendieran a jugar solo a la mayoría de edad. Esto porque a este juego se le han agregado el vaivén de cantina, con licores, cigarrillos, y peleas de comportamientos agresivos y hasta mortales. Desde el siglo XX, se ha hecho de este deporte, un certamen de orden internacional, en donde un simple aficionado conoce a más de 50 legendarios, sobre todo del juego a tres bandas. Ya se ha superado la tosca fuerza bruta y se ha reemplazado por el sentimiento de la confraternidad y la sincera amistad.
Señor empresario, hay mucho ejecutivo, joven, cuarentón, de sesenta, de setenta, de ochenta y de noventa años, que pasan sus buenos ratos, jugando billar tres bandas en el Club Unión de Bucaramanga, en donde me consta, que tiene las mejores mesas tres bandas; ya no tienen el “césped verde”, sino el paño azul, para sentir el mejor espacio del horizonte, en donde su espíritu se expande al lograr ejecutar con todo un arte, la carambola a tres bandas. Este deporte tiene como etiqueta que no se juega en pantaloneta, ni en camisilla “sisa”; se puede jugar con zapatos deportivos, clásicos, pero nunca en medias.
La elegancia en el vestir, lo decente en el vestir, es parte de idiosincrasia de la reunión en un salón de billares; inclusive pueden ir con saco y corbata y las señoras con su buen jean o su vestido de gala. Venga señor empresario, que mirar jugar billar también es un deleite, como disfrutar de las grandes utilidades de su empresa y la felicidad de su familia. *Contador público. Asesor empresarial.
