Señor Empresario

Por allá, hace unos seis años, “Un pucho de gente”, aquella en donde la envidia sobrepasa los valores humanos, había pegado gritos al cielo, porque una media docena de comerciantes emprendedores, querían hacer ventas a través de unos mini remolques, con autorización municipal, en esta ciudad Bonita.

Argumentaban, la utilización del espacio público. Señores, el espacio público, no solo es para aspectos de locomoción; es también para el disfrute ciudadano. Miremos como en el parque San Pío, se han instalado unos mercados campesinos, de bonita presencia, y de productos que he visto, de buena calidad y muy apetecibles. Los que hemos tenido la fortuna de conocer la ciudad luz, esta es París, hemos disfrutado de los cafés al aire libre en épocas de verano, después de largas caminatas, por los campos elíseos, la torre Eiffel y la plaza de la Concordia. Da un aspecto de libertad, felicidad y olvido de ser pobres.

Escuché a unos periodistas de una cadena radial, que, estos permisos se dan sin pagar nada. No es cierto. Las personas que tienen esta visión comercial, están debidamente o deben estar, inscritos en la Cámara de Comercio, para tener la valoración de esta profesión, y además con el registro municipal de industria y comercio, y pagar los debidos impuestos. Luego, sí hay erogaciones y además se genera empleo, que es lo más gratificante de un estado con economía capitalista. Recordemos, la riqueza es sinónimo de felicidad, la pobreza, llevada por el estado socialista, no da alegría de vivir y produce desencanto.

Pero señor empresario, estos casos que menciono, es para hacer el llamado a la SOLIDARIDAD, que no solo debe estar en casos de catástrofe, sino también, en ambientes de alegría, trabajo y desarrollo empresarial. La buena fe, de la mayoría de nuestros conciudadanos, seguramente, estará pensando: “bonitos, se ven estos carros y que nuevo aspecto de luz dan, a la grandeza del paisaje”. La envidia no nos hace crecer, la solidaridad, que debe llevarse como una de las virtudes humanas, debe ser uno de los tantos caminos que el alma y el cuerpo a manera individual y colectiva, empujen el bien estar. Comerciantes y ciudadanía, a unirnos y a combatir el desafortunado individualismo.

Todos sabemos que el aparato del estado, el comercio privado formal, no entrega espacio para el empleo que demanda la población económicamente activa y menos con este gobierno, prohibiendo exploraciones y exportaciones, por ser solidario con grupos guerrilleros del país y del exterior. Así, que a poner en marcha rápida esa famosa palabra llena de virtudes: Vamos emprendedores.

*Contador Público. Asesor Empresarial.