Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por: José Caicedo Solano*
En ese romántico otoño europeo, de brizas frías y empelotada de árboles, al caérsele sus hojas, de los septiembres de 1924, contrae matrimonio Sir Basil Zaharoff, un griego catalogado como uno los más ricos de Europa, con la duquesa de Villafranca de los caballeros, María del Pilar de Muguiro. Esto sucede en París, pero lo simpático para la historia, es que este “Monsieur” tenía 74 años y su doncella una madame de pocas historias románticas, por su belleza un tanto diferente, pero con apellido, posición y de “alta sociedad”. Todo lo anterior lo traigo como referencia de lo que ha sido a través de la historia el ser una persona, o vieja, o veterana, o en edad otoñal, o de la tercera edad, (que es el respeto para mamarle gallo al viejo) entre muchos calificativos, para no decirle viejito inútil.
En los antiguos pueblos, un tanto indígenas o algo letrados, los abuelos, eran el clan de la sabiduría, los conocimientos y por tanto los ordenadores de la justicia. Siguen los años y estos seres dorados maravillosos, van pasando al olvido, porque nace el estudio, las escuelas, los colegios, las universidades y con ello una gran cantidad de pensadores y filósofos menores a los 30 años, que los hacen ver ante la aristocrática sociedad, sobre todo de Europa, como los conocedores de la ciencia y la virtud, y entonces los señores de la cabeza cana, no por la nieve, sino por los años, son solo la reliquia de la edad.
Sucede que, para poner una fecha de despegue, desde los años de 1960, se ha acrecentado un volumen muy representativo de señores mayores de 60 años, con una capacidad de negocios, de filosofía, de buen porte varonil y capacidad de fecundación, y es entonces, cuando, ahora en el siglo XXI, ya la sociedad reconoce que los viejos, ahora son por lo menos 10 años más jóvenes en todas sus actuaciones, incluyendo la sexual, que los nonos de antes de la presidencia de Colombia de Guillermo Valencia. Todo obedece a la parte de la medicina, la formación profesional e intelectual, el medio social y la atracción que representa un ser con conocimientos.
Por eso, no se da igual en mucho sector rural, al igual que en la pobreza, el analfabetismo y el socialismo, en donde castran la mente. Agregándole que el sombrero es tal vez la prenda que envejece más al ser humano y que a partir de la fecha de medición, esta copa de cabeza, ya es una prenda de necesidad del agro o algo de folklor y no del común de vestir.
Así, que en 1924 un Basil, con 74 años era una cosa rara; ahora es la tendencia común en una sociedad que avanza a pasos agigantados, con disminución de población, en donde, hacia el año 2030 se avecina una gran depresión económica por haber muchos “Basiles”, y poca demanda de bienes y servicios, por lo menos en América y Europa. Las grandes empresas de América deben competir con Japón y China, para llegar al mercado de Asia y África, en donde se concentra la mayor población del planeta. Buena viejentud americana.
*Contador Público. Asesor Empresarial.