‘Si quieres la paz, prepárate para la guerra’ (Winston Churchill)
Resumen
La promesa de 'Paz Total' queda sin cumplirse en Colombia, mientras la corrupción y el enriquecimiento ilícito infiltran el poder. Grupos armados buscan amnistías, y la burocracia desfalcó al Estado, perpetuando una crisis política y social.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
De nada sirvieron los pañuelos blancos en las plazas públicas, ni el tremolar de la bandera nacional, ni mucho menos las palomas mensajeras lanzadas en las plazas públicas, ni la intervención de la jerarquía eclesiástica para ponerle fin a la ‘guerra de guerrillas”, que lleva sesenta años en Colombia. La codicia del dinero malhabidos entró hasta por los poros de los nuevos amos del poder en Colombia. Armando Benedetti terminará su período como ministro del Interior y como presidente del consejo de Gabinete, mientras un titiritero, que se autoproclama ‘Pastor’ de una Iglesia en el Aire’ le da consejos al monarca para que se declare el ‘Gato con botas’, es decir, el ‘dictador’ y cierre el Congreso de la República, que representa los pulmones de la democracia.
El presidente de la república Gustavo Petro Urrego, hablando de la ‘Paz Total’ ante narcoguerrilleros en la plaza de Medellín y ante otros grupos armados que quisieron comprar las elecciones presidenciales para conseguir la amnistía y el indulto por sus crímenes aberrantes, que han convertido a Colombia en un inmenso cementerio y que solamente tienen el interés de enriquecerse ilícitamente, siguieron esperando que el primer mandatario cumpliera su palabra, para dar por terminada la guerra.
Sus aliados del denominado ‘Pacto Histórico’ se pegaron a la mermelada y se convirtieron en usufructuarios de los contratos oficiales y de la corrupción rampante que ha sacrificado a Colombia en los últimos tres años. Las aves agoreras de la burocracia oficial rompieron las barreras de la ética y se dedicaron al saqueo. Se robaron miles de millones de pesos de la ‘Unidad Nacional de Control del Riesgo de Desastres’ mientras en el Palacio de Nariño llovieron los nombramientos de personas ignorantes, pero atrevidos y audaces, para ocupar la mayoría de las sesenta y nueve (69) embajadas que tiene Colombia en distintos lugares del planeta.
Para romper el orden establecido desde la Constitución de 1991, utilizaron la ‘Unidad Nacional de Protección’ que tiene mas de doce mil escoltas, la mayoría de ellos guerrilleros transportando a los comandantes de la subversión y el terrorismo, mientras desde la denominada ‘Justicia Especial para la Paz’ se archivan los procesos contra los grupos terroristas y se dispone el llamamiento a juicio para altos oficiales de las fuerzas militares y de policía, que son tratados y condenados como delincuentes, mientras los responsables de crímenes atroces se convierten en ‘Gestores de Paz’ , con salvoconducto especial para utilizar los vehículos que el estado ha adquirido para evitar que sean capturados y llevados a las cárceles del país.
Estamos gobernados por una gigantesca pandilla de delincuentes que aspiran a perpetuarse en el poder, persiguiendo al señor Registrador del Estado Civil para boicotear las elecciones presidenciales del próximo año 2026, porque el presidente Gustavo Petro Urrego, es el campeón mundial de la ’ANARQUÍA”, como lo predicaba hace cuarenta años cuando logró ‘hacerle conejo’ a los partidos históricos que lo apoyaron para apoyo para concederle el beneficio de la amnistía y el indulto, del que ha disfrutado impunemente, pisoteando la constitución y las leyes de la República. En Barrancabermeja, donde fue comandante de guerrillas del Movimiento Diecinueve de Abril (M19), lo están esperando para que les devuelva unas tierras que fueron saqueadas por orden suya cuando era un ‘pichón de terrorista’.