Sincelejo, un ejemplo

Después de suficientes doce horas de viaje me encontraba en la histórica Plaza Cultural de Majagual en Sincelejo, en medio de las nada más y nada menos que las monumentales esculturas de los juglares Rubén Darío Salcedo (Fiesta en corraleja, Corazón de acero, El siete), Lizandro Meza (Senderito de amor, El hijo de tuta), Calixto Ochoa (Los sabanales, Todo es para ti), y la controvertida Pola Becté; de quien se dice por ahí, influyó en la inspiración de juglares sabaneros.

Hacía un poco de calor, la verdad mucho, aunque realmente insoportable, pero recibí de Julito Galán un tantico de sombra gracias al sombrero “vueltiao” que desenrolló de una colorida mochila de Morroa para protegerme del sol y acogerme en los encantos de la cultura de los sabanales, su exquisita gastronomía y por supuesto, la amabilidad de su gente… porque de la belleza de sus mujeres, ¡ni hablar! ¡Son espectaculares!

Julito sacó de su mochila una resma de sus poemas y un termo repleto de tinto “colao bien cargao” y sin azúcar, ¡cómo me gusta! Caminamos la plaza y mientras me hablaba de sus poemas nos burlábamos del fracaso de los míos. Julito es poeta sincelejano quien se convirtió en mi guía espiritual y turístico ya que sus versos son pasaportes a las mágicas y dramáticas; felices, y otras increíbles e innumerables historias folclóricas de Sincelejo.

Llegamos poco después de una maratónica caminata al Parque Santander, junto al templo de San Francisco De Asís, mientras la ciudad se maquillaba por cientos de mujeres de la mal llamada “vida fácil”, quienes dejaron su “emprendimiento” en el comercio de amores esporádicos para darse la oportunidad de trabajar en el otro emprendimiento, en el de una ciudad de oportunidades que empieza a brillar con su luz propia por su ejemplar propósito social. Poco a poco seguimos recorriendo la ciudad, y conocí a don Misael, un amable señor vendedor de sueños en billetes y fracciones, que adora a su tierra de la que se siente muy orgulloso, en la que ahora recorre seguro sostenido de la esperanza de un Sincelejo pujante.

Cuenta don Misael mientras vocifera el premio mayor, que Sincelejo ha reducido las estadísticas de inseguridad a más de la mitad comparado con el año anterior. Resalta qué en cuestiones de infancia, deporte, educación pública y nutrición, así como temas de movilidad vial, desempleo y turismo, el municipio de manera ejemplar ha destinado una importante atención incluyente en favor de las comunidades sincelejanas.

Quedé sorprendido cuando encontré a miles de motos que venían de todos lados y regresaban a la misma parte. Resulta, que en Sincelejo una gran mayoría de los pasajeros de los buses (que no hay) se mueven en moto. Sin embargo, en el propósito de recuperar la infraestructura turística, Sincelejo ha despertado todas las “alertas” para buscar acuerdos entre los gremios, instituciones, transporte y comunidades en general, y así, juntos, todos, encontrar las posibilidades para todos juntos. ¡Así de sencillo!

Me gustó la idea de compartir apartes de mi visita a Sincelejo, porque bien vale la pena reconocerle a una región que puede superarse porque quiere, y quiere convertirse en ejemplo porque puede. ¡Adelante señor alcalde!