Sinner retó al Papa León XIV y casi juegan un set en el Vaticano
Resumen
Jannik Sinner visitó el Vaticano y fue recibido por el nuevo Papa León XIV. En una audiencia privada, intercambiaron bromas y el Papa mostró su afición por el tenis, deporte que practicaba en su juventud.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
En medio del histórico Jubileo y de un clima único en Roma tras la muerte del Papa Francisco y la elección de su sucesor, Jannik Sinner, actual número uno del ranking ATP, vivió una jornada inolvidable: visitó el Vaticano y mantuvo una audiencia privada con el recientemente nombrado Papa León XIV, con quien intercambió bromas y gestos de admiración mutua.
El encuentro se produjo en las salas traseras del Aula Pablo VI, donde Sinner, acompañado por sus padres Hanspeter y Siglinde, así como por el presidente de la Federación Italiana de Tenis, Angelo Binaghi, fue recibido por el nuevo líder de la Iglesia católica, el estadounidense-peruano Robert Prevost, elegido en el cónclave número 267 de la historia eclesiástica.
“Ganaste anoche”, le dijo sonriente León XIV al joven tenista, en alusión a su reciente victoria ante Francisco Cerúndolo en los octavos de final del Masters 1000 romano. Sinner, fiel a su estilo sereno y simpático, respondió: “Los tres primeros partidos fueron difíciles, pero seguimos adelante”. La conversación tomó un giro más distendido cuando el tenista lanzó un inesperado reto: “Si quiere, jugamos un poco...”. A lo que el Pontífice, entre risas, contestó: “¡Mejor aquí no, porque todo se rompe!”.
La escena, distendida y espontánea, reflejó la afinidad del nuevo Papa con el deporte blanco. Prevost, que asumió con el nombre de León XIV, es conocido por su afición al tenis desde su juventud en Perú. Aunque confesó que su nueva labor le ha restado tiempo para empuñar la raqueta, no pierde la esperanza de volver a jugar: “Me considero un tenista aficionado. Desde que salí de Perú he tenido pocas ocasiones de practicarlo. Mi nuevo trabajo no me ha dejado mucho tiempo libre para ello hasta ahora”.
Hace algunos años, en una entrevista, bromeó cuando le preguntaron si se animaría a enfrentarse a algún profesional: “No soy tan bueno, así que no traigan a Sinner”. Una declaración que hoy cobra un nuevo matiz, dado que en inglés el apellido del tenista significa "pecador", algo que también ha generado más de una sonrisa entre fieles y fanáticos.
Por su parte, Sinner, siempre diplomático, había respondido días atrás en una conferencia de prensa: “¿Por qué tenés que ponerme en dificultades con estas preguntas? Escuché que jugaba cuando era pequeño y creo que eso es algo bueno para nosotros los tenistas, tener un Papa al que le gusta este deporte que practicamos”.
Más allá de los gestos simbólicos, el dirigente de la federación italiana aprovechó la ocasión para entregarle a Sinner los trofeos de la Copa Davis y la Billie Jean King Cup, y para invitarlo a presenciar los partidos restantes del Masters 1000 y del WTA 1000 de Roma. El número uno, quien regresó recientemente a las canchas tras varios meses de ausencia por una sanción por dopaje, ahora espera en cuartos de final al ganador del duelo entre Jaume Munar y Casper Ruud.