ir al contenido

Sri Lanka votó para que el marxismo llegara a salvar su economía

‼️ Envianos tu denuncia o noticia
Versión Beta Reportar error

Resumen

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Espacio Publicitario
+ Google Noticias
+ Canal WhatsApp

Anura Kumara Dissanayake ha sido elegido como el nuevo presidente de Sri Lanka en las elecciones del pasado domingo, respaldado por una promesa de luchar contra la corrupción y fortalecer la frágil recuperación económica del país. Dissanayake, de tendencia marxista y líder del partido Janatha Vimukthi Peremuna (JVP), obtuvo una victoria significativa con el 42,3% de los votos, superando a Ranil Wickremesinghe, el actual presidente, y a Sajith Premadasa, líder de la oposición.

El ascenso de Dissanayake marca un cambio en la política de Sri Lanka, ya que no proviene de una familia política y su éxito se atribuye en parte al descontento popular con las medidas de austeridad implementadas por Wickremesinghe durante la crisis económica de 2022. Esa crisis, provocada por la falta de divisas, dejó a Sri Lanka sin recursos para importar bienes esenciales, lo que desató protestas masivas y la renuncia del entonces presidente Gotabaya Rajapaksa.

El nuevo presidente se enfrentará a desafíos enormes, incluidos la reestructuración de una deuda de $25 mil millones y la necesidad de cumplir con las reformas fiscales exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aunque durante la campaña prometió bajar impuestos, lo que preocupa a los inversores, también ha asegurado que sus reformas serán consultadas con el FMI.

El pueblo de Sri Lanka aún sufre las secuelas de la crisis económica, con millones viviendo en la pobreza, a pesar de una ligera recuperación económica y una moderación en la inflación. El resultado electoral ha sido visto como un mandato para un cambio político y un rechazo a la antigua élite que ha gobernado el país por décadas.

Dissanayake prometió disolver el Parlamento en los primeros 45 días de su gobierno, con la intención de convocar nuevas elecciones generales para afianzar sus políticas. Sin embargo, su éxito dependerá de su capacidad para manejar las expectativas de la población, equilibrar las reformas económicas con las demandas del FMI y sacar al país de una profunda crisis económica y social.

Más reciente