Resumen
El suministro de combustible en Santander se ha restablecido tras una semana de desabastecimiento debido al paro camionero. Sin embargo, la situación sigue crítica en Norte de Santander, donde la industria avícola enfrenta pérdidas significativas por los bloqueos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Después de una semana de intensas dificultades, el suministro de combustible en Santander ha vuelto a la normalidad, ofreciendo un alivio considerable a los habitantes y comerciantes que habían sufrido las consecuencias del desabastecimiento durante el paro camionero. Según información proporcionada por Farid Jones, director ejecutivo de Febeco, se ha logrado distribuir un total de 40.000 galones de biocombustible a lo largo de la región, compuestos en un 65% por gasolina corriente y un 35% por ACPM (diésel).
La distribución se ha llevado a cabo de manera ordenada en todas las estaciones de servicio de Santander. Las últimas zonas en recibir el abastecimiento han sido los municipios del sur del departamento, como El Socorro, Barichara, Charalá, Villanueva y Aratoca. También se ha reanudado el suministro en Barbosa y Güepsa, localidades que dependen en gran medida del suministro desde la zona de Cundinamarca.
Este restablecimiento del servicio ha sido un alivio palpable para la comunidad local, que enfrentó serios inconvenientes debido a la falta de combustible durante el paro. Comerciantes y ciudadanos han experimentado una recuperación significativa en sus actividades diarias, tras días de incertidumbre y dificultad.
Mientras tanto, la situación sigue siendo crítica en Norte de Santander, donde el paro ha tenido un impacto devastador en la industria avícola. Más Criollo, una empresa ubicada en Cúcuta que produce el 30% del pollo consumido en la región, ha enfrentado una situación crítica. Los bloqueos impidieron el acceso al agua y alimento para las aves, resultando en la muerte de más de 10.000 animales. La empresa había estado haciendo llamados urgentes para permitir el paso de vehículos con recursos esenciales, pero los bloqueos en las rutas impidieron una solución rápida.
La proximidad de los criaderos y las plantas de sacrificio a áreas residenciales, junto con la falta de conexiones de agua adecuadas, agravaron la situación. Además, uno de los puntos de producción se encuentra en la vía que conduce hacia Santander, en el mismo trayecto donde los manifestantes habían establecido dos puntos de bloqueo.
