Talento colombiano destacó en Estados Unidos con aeronave “Atlas”
Resumen
El equipo DBF Medellín Team de la UPB obtuvo el 20° lugar en la competencia internacional Design/Build/Fly 2025, en Tucson. Lograron una de las mejores posiciones históricas de la universidad, y destacaron por su diseño eficiente, y habilidad operativa.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El equipo DBF Medellín Team de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) alcanzó un destacado lugar en la competencia internacional Design/Build/Fly (DBF), al obtener la posición 20 entre 112 universidades participantes de todo el mundo, consolidándose como la mejor institución latinoamericana en la edición 2025 del certamen organizado por el Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica (AIAA), en Tucson, Estados Unidos.
Este logro marca un nuevo hito para la UPB, al posicionarse como la tercera mejor clasificación histórica de la universidad en esta competencia, que reúne anualmente a las instituciones con mayor proyección en el campo del diseño y la ingeniería aeronáutica. La participación del equipo colombiano inició con éxito desde la fase preliminar, en la que se evaluaron los reportes técnicos enviados por 156 universidades, de las cuales solo 112 fueron seleccionadas. En esta etapa, la UPB se ubicó en la posición 13, gracias a la calidad de su propuesta de diseño.
En el escenario real de la competencia, celebrada en Arizona, la primera misión fue superar la inspección técnica. Luego, el equipo presentó su aeronave “Atlas” en las pruebas de vuelo y de armado, enfrentando exigentes retos que midieron tanto la precisión del diseño como la destreza operativa. Uno de los momentos más destacados fue la misión en tierra, liderada por Ingrid Castillo, quien logró ensamblar y desarmar la nave en tan solo 17 segundos, obteniendo así un puntaje perfecto y ubicando a la UPB entre las cinco mejores en esa prueba.
La aeronave también fue reconocida por su diseño pulido y funcional. “Nos convertimos en el foco de atención de universidades muy reconocidas. Les llamaba la atención cómo combinamos estética con eficiencia, y nos preguntaban cómo habíamos llegado a ese diseño”, relató Andrew Mendoza, líder del equipo.

La segunda prueba en aire consistió en completar un circuito con carga, y la tercera en liberar una aeronave secundaria que debía volar y aterrizar de forma autónoma. Aunque en esta última misión se presentó una descarga súbita de la batería, posiblemente causada por las condiciones climáticas, el equipo logró completar la tarea con un aterrizaje de emergencia.
“El desempeño del equipo fue admirable. Cada año vemos más confianza, más seguridad y más visión de futuro. Hoy nuestros estudiantes no ven a las grandes universidades del mundo como algo lejano, sino como pares en igualdad de condiciones”, destacó Germán Barragán, docente de la Facultad de Ingeniería Aeronáutica, quien acompañó al equipo durante la competencia.
Andrew Mendoza subrayó el significado de este logro al comparar los limitados recursos disponibles con los de otras universidades: “No todo es dinero. Aquí hay una capacidad increíble para lograr las cosas con lo mínimo, y eso es lo que nos lleva tan lejos. Creemos que es posible llegar al primer lugar”, expresó.