Temporada de huracanes 2025 cierra con récords, anomalías y un giro en los patrones históricos
Por: Dra. Luz E. Torres Molina, Ph.D. y Maestría en Hidrología e Hidráulica / EL FRENTE
La temporada de huracanes en el Atlántico y el Caribe concluye oficialmente este 30 de noviembre, tras un periodo marcado por comportamientos atmosféricos inusuales. El cierre deja un dato significativo: por primera vez en una década, ningún huracán impactó directamente a los Estados Unidos, un contraste notable frente a temporadas anteriores caracterizadas por alta actividad y efectos devastadores.
A finales de mayo, la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) había advertido una temporada activa, con un 60 % de probabilidad de que la actividad ciclónica fuese superior al promedio. El pronóstico inicial contemplaba al menos 19 tormentas nombradas y 5 huracanes. Sin embargo, la temporada cerró con 13 tormentas, de las cuales 5 alcanzaron categoría de huracán, incluyendo 4 huracanes mayores (categoría 3 o más), con vientos sostenidos superiores a 111 mph.

El pronóstico de NOAA se sustentó en condiciones oceánicas y atmosféricas favorables, entre ellas temperaturas del mar por encima de lo normal en el Atlántico tropical y la transición hacia un patrón La Niña, factores que típicamente potencian la formación y la intensificación de estos fenómenos atmosféricos.
Aunque septiembre ha sido tradicionalmente el mes más activo de la temporada, en 2024 y 2025 se observó un desplazamiento del pico hacia octubre. Durante este mes, las aguas del Atlántico central y occidental presentaron temperaturas aún más elevadas que en agosto y septiembre, acompañadas de una menor presencia de aire seco y una reducción en el polvo del Sahara, elementos que habitualmente inhiben la formación de tormentas.
Otro rasgo distintivo de la temporada fue la trayectoria de varios sistemas. En años anteriores, muchos ciclones cruzaban la latitud de las Islas Vírgenes —cerca de los 18°N— de camino al Caribe o al sureste de Estados Unidos. Sin embargo, en 2025 varios sistemas recurvaron hacia el Atlántico norte entre los 45°W y 55°W, antes de acercarse a la región.
Este comportamiento estuvo influido por una dorsal subtropical debilitada, la presencia de vaguadas frecuentes y la persistencia de aire seco en sectores del Caribe, condiciones que desviaron las tormentas hacia mar abierto.
La temporada de 2025 dejó también un evento histórico: el huracán Melissa, que impactó Jamaica a finales de octubre como un devastador huracán categoría 5, con vientos sostenidos de 185 mph.
Melissa se convirtió en el segundo huracán más intenso en tocar tierra en la historia del Atlántico y el más poderoso que haya afectado a Jamaica. Municipios como St. Elizabeth Parish reportaron daños de hasta el 95 % en su infraestructura.
NOAA informó además que el avión Caza Huracanes registró ráfagas de 252 mph (405 km/h) en el interior del sistema, estableciendo un nuevo récord como la ráfaga más intensa jamás medida por estas aeronaves.
La temporada 2025 refuerza una conclusión que muchos expertos ya advierten: la intensidad de los huracanes está aumentando más rápidamente que su frecuencia. El número total de tormentas puede variar año tras año, pero su energía, velocidad de intensificación y capacidad destructiva muestran una tendencia al alza.
Cada vez más investigadores consideran que, en el futuro, podría ser necesario reevaluar la escala Saffir-Simpson ante la posibilidad de huracanes que superen los actuales parámetros de categoría 5. Aunque aún no existe un consenso sobre la creación de categorías 6 o 7, la discusión gana fuerza a medida que los océanos continúan calentándose y los ciclones se intensifican con mayor rapidez.

Autora: Dra. Luz E. Torres Molina, Ph.D. y Maestría en Hidrología e Hidráulica, con mas de 20 años de experiencia en investigación y consultoría en recursos hídricos.