Tensión en Liverpool: Salah queda fuera del viaje a Milán y se agrava la crisis con Arne Slot

El Liverpool confirmó este lunes que Mohamed Salah no hará parte de la delegación que viajará a Milán para enfrentar al Inter por Champions League, una decisión que llega apenas dos días después de las fuertes declaraciones del delantero egipcio contra la dirigencia del club y contra su entrenador, Arne Slot. La ausencia, comunicada de forma oficial, reavivó de inmediato las dudas sobre la continuidad del histórico atacante en Anfield, en un momento marcado por su pérdida de protagonismo.

Durante la conferencia de prensa previa al duelo, Slot fue cuestionado sobre si Salah ya había jugado su último partido con los Reds. El técnico neerlandés respondió con cautela, evidenciando la tensión interna: “No tengo ni idea, no puedo responder a esa pregunta en este momento. Él tiene derecho a sentir lo que siente, pero no tiene derecho a compartirlo con los medios”. Sus palabras, lejos de cerrar el debate, reforzaron la sensación de una ruptura creciente entre ambos.

El conflicto estalló el sábado en Leeds, cuando Salah, suplente por tercer compromiso consecutivo, expresó abiertamente su inconformidad. “Tengo la impresión de que el club me ha puesto a los pies de los caballos”, afirmó visiblemente molesto. Insinuó que desde adentro del equipo —sin mencionar nombres— habían intentado responsabilizarlo del irregular rendimiento colectivo. Aunque entrenó con normalidad antes de la convocatoria, finalmente fue descartado del viaje. Medios británicos aseguraron que la decisión no obedeció a una sanción disciplinaria, sino a criterios estrictamente técnicos; sin embargo, la explicación no disminuyó la tensión.

La temporada irregular del Liverpool agrava este desencuentro. Salah, pieza determinante en la campaña anterior con 34 goles y 23 asistencias, fue fundamental en la conquista del título liguero. Ese rendimiento le valió renovar su contrato por dos temporadas más. Hoy, en contraste, los Reds son octavos en la Premier League, a diez puntos del líder, y la llegada de fichajes como Florian Wirtz, Alexander Isak y Hugo Ekitiké ha aumentado la competencia interna, reduciendo su protagonismo.

El propio delantero reconoció que la relación con Slot se deterioró de forma abrupta: “Tenía una buena relación con el entrenador y de repente no tenemos ninguna relación”, afirmó. A eso se suma su sorpresa por verse relegado al banquillo sin recibir una explicación clara: “He hecho muchísimo por este club. Ahora estoy en el banquillo y no sé por qué”.

Mientras la crisis crece, el Liverpool se juega este martes un duelo clave en Milán. Con nueve puntos y tres fechas por disputarse, el equipo aún pelea por mantenerse dentro del grupo que otorga cupo directo a octavos. La ausencia de Salah, en medio del ruido y del malestar interno, añade un capítulo más a una temporada que amenaza con convertirse en una de las más turbulentas de la última década en Anfield.