Resumen
El crimen y la extorsión siguen siendo problemáticos en Bucaramanga, Colombia, a pesar de los esfuerzos del alcalde, Jaime Andrés Beltrán, de frenar la delincuencia. Se pide más acción de las autoridades, incluyendo la creación de un escuadrón especial para desmantelar las redes de extorsión.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La delincuencia no se arredra ante las acciones emprendidas por las autoridades y, en un desafío ostentoso, tratan de imponer su ley de crimen y muerte enfrentándose a las medidas adoptadas, como el ‘Plan Candado’ bandera de lucha contra el crimen del Alcalde Jaime Andrés Beltrán, para frenar a los criminales y hacer de Bucaramanga una de las ciudades ejemplo de seguridad en Colombia.
La extorsión es el método criminal que trata de abrirse paso en la capital santandereana y varios ciudadanos han sido amedrentados por grupos al margen de la ley, delincuencia común y otro tipo de avivatos que llegan a adherirse al entramado delictivo y aprovechan el caos para obligar a varios pobladores, comerciante, pequeños vendedores, trabajadores informales, trabajadoras sexuales, entre otros, a pagar una ‘vacuna’ so pena de acabar con los negocios o quitarles la vida.
En día pasado un hombre fue víctima de sicariato y las primeras versiones apuntaron a que, aparentemente, se negó a pagar una extorsión de la cual era víctima en su negocio, situado en una zona comercial de la ciudad, pero los extorsionistas lo acribillaron a bala como para amedrentar a otros comerciantes que también sufren este flagelo.
Las autoridades de Policía de la capital santandereana deben desplegar todo su personal de inteligencia para cortar de raíz esta modalidad criminal cuyos tentáculos, de la extorsión, pretenden extenderse por Bucaramanga y hay que cortarle el paso antes que se vuelva difícil de erradicar y le gane la partida a la ley y el orden.
Es más, se debe crear un escuadrón especial, especie de bloque de búsqueda, que se dedique de lleno a detectar a cada uno de los integrantes de estos ‘combos’ peligrosos, desde sus cabecillas hasta quienes reciben el dinero de los cobros extorsivos.
Esos delincuentes deben estar a buen recaudo antes de que Bucaramanga, y el Área Metropolitana, se conviertan en bastión, sin Dios y ley, de estos bandidos que viven a expensas del esfuerzo y sudor de los colombianos, como sucede en Barranquilla, Cartagena, Bogotá, Medellín y otras ciudades menores.
Está plenamente comprobado que muchos de eso antisociales que llegan a amenazar y a exigirles a los comerciantes tarifas diarias, semanales o mensuales, con el rotulo de ‘protección permanente’, reciben órdenes expresas y directas desde muchas de las cárceles del país y, por lo tanto, desde allí se deben empezar a ‘cortar cabezas’.
Muchas de estas bandas de extorsionistas operan coordinados a nivel nacional y han empezado a incrementar acciones en Bucaramanga, las mismas que ya arrojan personas asesinadas y las autoridades tienen en sus manos el hacer efectivo el ‘Plan Candado’ y exterminarlos, antes de que otros ciudadanos sean acribillados por negarse a entregar el fruto de su trabajo diario.