Tormenta de nieve dejó 1000 personas atrapadas en el Everest

Una tormenta de nieve repentina en la vertiente tibetana del monte Everest sorprendió a cerca de mil personas, dejando a cientos de escaladores varados en condiciones extremas de frío y baja visibilidad. El fenómeno, descrito por las autoridades como uno de los más violentos de los últimos años, obligó a desplegar un masivo operativo de rescate en el Himalaya, en el que participaron brigadas locales, militares y voluntarios.

De acuerdo con Reuters y BBC News, hasta el domingo se habían rescatado alrededor de 350 excursionistas, quienes fueron trasladados al municipio de Qudang, donde recibieron atención médica y alimentos calientes. Sin embargo, más de 200 personas permanecen atrapadas en distintas zonas de la montaña, aunque las autoridades locales aseguraron que mantienen comunicación con todos los grupos.

Las imágenes difundidas por medios internacionales muestran el caos que dejó la tormenta: tiendas de campaña sepultadas bajo la nieve, montañistas extenuados tratando de mantenerse en pie y equipos de rescate abriendo paso con yaks y palas para acceder a los puntos más afectados. “He venido al Himalaya unas 20 veces, pero nunca viví un clima así. Nadie estaba preparado”, relató Dong Shuchang, uno de los alpinistas rescatados.

La tormenta comenzó la noche del viernes 4 de octubre y se intensificó durante el fin de semana, coincidiendo con la Semana Dorada, uno de los principales periodos vacacionales en China. La acumulación de nieve —que en algunos sectores superó el metro de altura— bloqueó las rutas de ascenso y derrumbó decenas de carpas en el valle de Karma y en Qudang, a más de 4.900 metros de altitud.

Debido a la escasa visibilidad y los fuertes vientos, el uso de helicópteros resultó imposible. Los equipos de rescate debieron organizar evacuaciones terrestres, apoyándose en aldeanos y animales de carga para abrir camino entre los desprendimientos. Según la Corporación de Turismo del Condado de Tingri, se suspendió el acceso al Área Escénica del Everest, mientras el gobierno local decretó el cierre temporal de rutas y actividades turísticas para evitar nuevas emergencias.

Aunque las autoridades no han confirmado el número total de víctimas, BBC News reportó al menos una persona fallecida. Los alpinistas que lograron ser rescatados se encuentran fuera de peligro, aunque varios presentan síntomas de hipotermia y agotamiento extremo.

Este nuevo episodio reaviva el debate sobre la saturación turística y los riesgos crecientes que enfrenta el Everest. En los últimos años, la montaña más alta del planeta ha sufrido un aumento desmedido de visitantes, muchos sin experiencia, lo que ha generado congestiones en las rutas de ascenso y múltiples accidentes fatales. En 2019, por ejemplo, una acumulación de escaladores en la “zona de la muerte” provocó once muertes en menos de diez días, recordó el diario The Guardian.

La tragedia reciente evidencia cómo el cambio climático y la presión turística están alterando las condiciones del Himalaya. Lo que antes era una travesía reservada para montañistas expertos hoy se ha convertido en un escenario de riesgo para miles de aventureros, donde el mínimo error —o una tormenta inesperada— puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.