Tragedia aérea en Italia: avioneta se estrelló en plena autopista
Resumen
Una avioneta ultraligera cayó sobre una autopista en Azzano Mella, Italia, causando la muerte de dos personas. Las imágenes muestran el impacto y la explosión. La fiscalía investiga las causas del accidente, que reaviva preocupaciones sobre la seguridad aérea.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Una avioneta ultraligera se precipitó este martes sobre una autopista en Azzano Mella, en la provincia de Brescia, al norte de Italia, dejando un saldo trágico de dos personas fallecidas y dos heridos leves. El accidente, que ocurrió en plena luz del día, quedó registrado por cámaras de seguridad que captaron el momento exacto en que la aeronave pierde el control, cae en picada y explota violentamente al impactar contra la calzada.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Sergio Ravaglia, un reconocido abogado de 75 años, y Anna Maria De Stefano, de 50 años. Ambos se encontraban a bordo de la aeronave, que tras el impacto se convirtió en una bola de fuego que consumió completamente el fuselaje, impidiendo cualquier intento de rescate. Según informaron medios locales, los servicios de emergencia llegaron al lugar rápidamente, pero nada pudo hacerse para salvar a los ocupantes.
En el lugar también resultaron afectados dos conductores que circulaban por la autopista en el momento de la explosión. Afortunadamente, ambos sufrieron heridas leves y fueron trasladados a un hospital cercano, donde permanecen fuera de peligro.
El accidente causó conmoción en toda la región. Testigos describieron escenas de pánico mientras los vehículos se alejaban rápidamente del lugar del impacto, envueltos en humo y llamas. El video del siniestro, ampliamente difundido en redes sociales, muestra cómo la avioneta desciende en picada segundos antes del estallido. Por su parte, la fiscalía de Brescia abrió una investigación preliminar por homicidio culposo, con el objetivo de esclarecer las causas del siniestro y descartar otras posibles víctimas.
Este nuevo episodio se da en un contexto marcado por una seguidilla de tragedias aéreas a nivel internacional que han reavivado la preocupación por la seguridad en la aviación civil y militar. En días recientes, un caza F-7 BGI de fabricación china perteneciente a la Fuerza Aérea de Bangladesh se estrelló contra una escuela en Dahka, provocando la muerte de al menos 31 personas, entre ellas 25 menores de edad. Según los reportes preliminares, el avión habría sufrido una falla mecánica que desencadenó el impacto y un posterior incendio que atrapó a los niños entre los escombros.
En medio del caos, vecinos y padres desesperados intentaron socorrer a los heridos, mientras los equipos de emergencia combatían las llamas. Las imágenes del siniestro, transmitidas por medios locales, reflejan la magnitud del desastre y la desesperación de los testigos.
Asimismo, hace poco más de un mes, se registró uno de los peores accidentes aéreos de la última década, cuando un avión de Air India cayó sobre una residencia estudiantil en Ahmedabad, causando la muerte de 241 personas a bordo y 19 más en tierra. La aeronave se estrelló contra una facultad de medicina, generando una catástrofe sin precedentes. Investigaciones preliminares revelaron que el incidente pudo haber sido provocado por un error humano. Según un informe citado por The Wall Street Journal, se detectó un cambio de posición en los interruptores de combustible, de “RUN” a “CUT OFF”, con una diferencia de solo un segundo entre ambos, lo que habría provocado una pérdida súbita de potencia y la caída del avión.
Los tres incidentes, ocurridos en menos de seis semanas, revelan un patrón alarmante que ha llevado a organismos internacionales de aviación a revisar protocolos de seguridad tanto en vuelos civiles como militares. Mientras en Italia se busca esclarecer las causas de la caída de la avioneta en Azzano Mella, las autoridades hacen un llamado a la prudencia en el uso de aeronaves ultraligeras y al cumplimiento estricto de los controles técnicos y operacionales.
La tragedia deja una profunda huella en la región de Brescia, donde las víctimas eran personas conocidas por su comunidad. También resalta la fragilidad de la seguridad aérea ante fallas técnicas, errores humanos o condiciones inesperadas, recordando que cada despegue encierra una responsabilidad enorme por parte de pilotos, autoridades y fabricantes.