Transfobia olímpica

Por: María Carolina Cárdenas R.

Los Olímpicos de París 2024 nos han traído maravillosas representaciones de los atletas de nuestro país, y unos cuantos episodios escandalosos desde su inauguración. Esta semana me sorprendí en redes, con una ola de odio en la que se señalaba lo injusto de que una persona biológicamente hombre compitiera en categorías femeninas, como el caso de Imane khelif (africana) y Angela Carini (europea).

Esta última, Angela Carini vencida en 47 segundos, y que hizo una escena que honestamente me pareció patética, quejándose de que el golpe había sido demasiado duro, en un deporte que consiste literalmente en darse golpes con otra persona.

#EsUnPutoHombre y un sinfín de videos e imágenes inundaron las redes pidiendo justicia para nosotras; ya que consideraban muy injusto que mujeres transgénero compitieran contra mujeres cisgénero.

¡Pero no se dejen engañar! La boxeadora argelina es una mujer cisgénero (biológicamente y de nacimiento) que desde pequeña sintió gusto por los deportes tradicionalmente de varones como el fútbol, lo cual derivó en agresiones físicas de sus compañeros hombres, frente a las cuales se tuvo que defender, siendo esa la razón por la que descubrió su habilidad para el boxeo. Su padre le negó el apoyo a su carrera deportiva por ser el boxeo deporte masculino; así que ella misma cuenta, que solo con su madre logró llegar donde está.

Ahora bien, el tema está en que en unos estudios que le hicieron hace unos años, arrojaron niveles superiores de testosterona a los considerados “normales” para las mujeres; de manera que solo eso fue suficiente para que a nivel mundial se desatara una transfobia absolutamente ridícula y violenta, con la que se le acusó de no ser mujer. Cuantas veces hemos oído: ‘Esa mujer parece un hombre’, porque no responde a los estándares de belleza, o de roles asignados al género, o por excesiva fuerza, etc.

¡Ojo!, porque lo que estamos viendo es una discriminación dentro de las mujeres por diferencias hormonales. ¿Será que ahora para poder ser reconocida como mujer por el mundo patriarcal y conservador, no solo es suficiente nacer biológicamente con la asignación sexual femenina, sino que además de responder a sus roles de género, debo también corresponder con los niveles hormonales que Europa piensa que es “normal” de mujeres?

Ahora bien, curiosamente reportan diferentes medios, que no es la primera vez que esto ocurre, ya que otras mujeres africanas (biológicamente mujeres desde su nacimiento) como: Caster Senmeya, Christine Mboma y Beatrice Masilingi fueron descalificadas por esta misma forma de discriminación.

¿Recuerdas que se haya dado algún escándalo similar porque un hombre tuviera ventajas biológicas excepcionales en deportes? Se llama: Patriarcado.