Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En la vereda La Sierra, en Fresno, Tolima, las productoras de guanábana de la asociación Asomufres se encuentran trabajando en pro del medio ambiente. Esta área ha sido el escenario de un proyecto sostenible desde incios de 2024. Con el apoyo del Programa de Desarrollo Rural con Enfoque Territorial (DRET II) y la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol), la asociación recibió una biofábrica para producir bioinsumos que respetan el medio ambiente.
Gloria Lotero, representante legal de Asomufres, recuerda cómo, a sus 67 años, en 2010 fundó la asociación con la misión de apoyar a mujeres campesinas. Empezó con 53 mujeres capacitándolas en manualidades para que pudieran generar ingresos, ya que sus esposos estaban principalmente dedicados a la agricultura.
En 2019, Asomufres redirigió sus esfuerzos hacia un nuevo enfoque productivo: la transformación de guanábanas maduras en pulpas, postres, tortas y helados. Esta reestructuración abrió nuevas oportunidades para el negocio local y permitió a las 40 socias actuales, entre las edades de 30 a 70 años, expandir sus actividades económicas en el municipio de Fresno.
Ya en 2023, un estudio de Asohofrucol comparó los costos de producción en sistemas convencionales y agroecológicos, demostrando que el uso de insumos biológicos reduce significativamente los gastos y mejora la estabilidad del mercado.
Dentro del proyecto de la biofábrica, se ha desarrollado un plan de administración y mantenimiento que establece directrices para el uso y manejo de bioinsumos. Este plan incluye la recolección de aguas lluvias y la implementación de lombricultura para producir abonos orgánicos, reduciendo costos y mejorando la calidad de los productos, como lo comparte Mariela Lotero al Espectador.
El proyecto en Fresno, Tolima, es un claro ejemplo de cómo las políticas públicas pueden apoyar la agroecología y fomentar el empoderamiento de las comunidades campesinas.