Resumen
Este artículo recuerda las muertes de Rodrigo Lara y Luis Carlos Galán, fundadores del Nuevo Liberalismo en Colombia, y discute su legado. A pesar de la persistencia de la corrupción y el narcotráfico, sus ideas siguen vivas y sus ideales de integridad política son aún relevantes.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El 30 de abril anterior, se cumplieron 40 años del vil asesinato de Rodrigo Lara y el pasado lunes 19 de agosto, 35 de la trágica muerte de Luis Carlos Galán. Fundadores del Nuevo Liberalismo, que consolido la unión del movimiento de Lara en el Huila, La Dignidad Liberal, y del movimiento de Luis Carlos Galán en Santander
Ese día, recibí un audio que fue gravado por la persona que, en ese momento, 19 de agosto de 1.989, se encontraba con Luis Carlos Galán Sarmiento acompañándolo en la manifestación que como virtual presidente de Colombia encabezaba en la plaza del municipio de Soacha al nororiente de Bogotá, con palabras muy conmovedoras pero ciertas.
En la grabación el Dr. Juan Lozano, actual director general de noticias de RCN y de la emisora FM de la capital de la república, se preguntó: “Fue en vano el sacrificio de Luis Carlos Galán?” y a renglón siguiente, de inmediato dijo: “Hace treinta y cinco años cuando lo bajaba de su carro malherido en el hospital de Bosa, para que pudiéramos salvar su vida y le decía, Jefe no se muera ya vamos a llegar ya llegamos, entendí que Luis Carlos Galán había muerto, y que los asesinos habían cumplido su propósito, y que esa emboscada que le tendieron en Soacha había surtido efecto”.
“Esa alianza, esa concurrencia de fuerzas criminales, fuerzas del Estado, del cartel de Medellín y del cartel de Cali estaban triunfando, y entonces me pregunte: ¿Eso tiene sentido? ¿Tuvo sentido el sacrificio de Galán?”
“Si uno hiciera el corte a hoy, treinta y cinco años después, la respuesta es: ¡no ha tenido sentido!” “¿Tenemos un país más integro, con menos corrupción?: No, tenemos un país más corrupto hoy que hace treinta y cinco años”.
¿Tenemos una mejor democracia? NO, tenemos una democracia más pestilente y fracasada llena de compra de votos, llena de corrupción, llena de contratación, llena de burocracia y llena de vicios”.
“¿Tenemos un país en paz? No, tenemos un país en el que muchos territorios están controlados por grupos narcoterroristas: Entonces: ¿Fue estéril su sacrifico? Y ahí, a pesar de la evidencia de hoy, ¡la respuesta es no! Porque esa llama de Galán está viva, y porque este es el momento en el que con conciencia sobre nuestra historia reciente el país debe retomar sus banderas”.
“Galán tenía razón en sus advertencias, y tenía razón en sus propuestas. Este es el momento de recuperar la integridad en la política, de recuperar los valores en el servicio público, de luchar contra el narcotráfico que ha bañado de sangre estos treinta y cinco años de historia colombiana”.
El legado de Luis Carlos Galán y de Rodrigo Lara Bonilla, están más vigentes que nunca. Ellos mismos decían: “A los hombres los pueden asesinar, pero a sus ideas No”. Por eso, hoy cuarenta, y treinta y cinco años después, habría que repetir el grito de combate de Galán y de Lara: Ni un paso atrás, ¡siempre adelante! Julio Bahamón.
