Resumen
El 10 de septiembre, los candidatos presidenciales de EE.UU., Kamala Harris y Donald Trump, tendrán su primer debate televisado. Esta contienda es considerada crucial en la elección, que se encuentra en un empate técnico según las encuestas.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El 10 de septiembre marcará un punto crucial en la campaña presidencial de Estados Unidos cuando los candidatos Kamala Harris y Donald Trump se enfrenten en un debate televisado, organizado por la cadena ABC. Este será el primer encuentro cara a cara entre ambos aspirantes, en lo que se perfila como un evento decisivo a menos de noventa días de las elecciones.
Este pasado jueves, la cadena ABC confirmó que ambos candidatos han aceptado participar en el debate del 10 de septiembre, a pesar de la incertidumbre previa. Trump, quien había propuesto inicialmente un único debate el 4 de septiembre en Fox News, cambió de postura y sugirió una serie de tres debates en septiembre, incluyendo el ya acordado con Harris en ABC y otro en NBC el 25 de septiembre. Sin embargo, la campaña demócrata aún no ha confirmado su participación en los debates adicionales propuestos por el exmandatario.
La importancia de este debate no puede subestimarse, ya que las encuestas muestran un empate técnico entre Harris y Trump. Un reciente sondeo de Reuters/Ipsos otorga a Harris una ligera ventaja de cinco puntos porcentuales, lo que ha generado preocupación en el equipo de Trump, que hasta hace poco lideraba las encuestas. Esta estrecha diferencia subraya la relevancia del debate del 10 de septiembre, que podría inclinar la balanza hacia uno u otro lado, especialmente entre los votantes indecisos.
El anuncio de Trump sobre los debates se produjo tras una rueda de prensa en su residencia de Mar-a-Lago, donde negó que Harris haya recortado distancias en las encuestas y afirmó que su campaña sigue liderando en todos los segmentos de la población, excepto entre "las mujeres negras". Además, Trump aprovechó para criticar la campaña demócrata y subrayó que el entusiasmo sigue estando con él y con el Partido Republicano, desestimando los recientes mítines exitosos de Harris.
El debate del 10 de septiembre fue acordado originalmente en mayo, cuando Joe Biden aún era el candidato demócrata. Sin embargo, tras la renuncia de Biden a la reelección, Harris asumió el liderazgo de la campaña, lo que ha reconfigurado la dinámica de la contienda electoral.
