¿Tu gato está más callado, toma más agua o dejó de comer? Podría sufrir una enfermedad renal crónica
Resumen
La enfermedad renal crónica es común en gatos mayores, afectando su función renal. Síntomas como letargo y aumento de sed son clave para un diagnóstico temprano. Chequeos regulares pueden mejorar el pronóstico y calidad de vida de los felinos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En el marco del Día Mundial del Gato, expertos veterinarios encendieron las alertas sobre una de las enfermedades más comunes pero menos detectadas a tiempo en gatos mayores: la enfermedad renal crónica (ERC). Se estima que hasta el 50 % de los gatos mayores de 15 años pueden padecer esta condición silenciosa, progresiva y potencialmente mortal si no se diagnostica a tiempo.
La enfermedad renal crónica afecta la capacidad de los riñones para filtrar correctamente los desechos del cuerpo. Aunque los síntomas pueden pasar desapercibidos, algunos signos de advertencia incluyen letargo, pérdida de apetito, vómitos frecuentes, incremento en la sed o en la cantidad de orina, y un pelaje sin brillo. Estos comportamientos suelen confundirse con actitudes normales de envejecimiento, lo que retrasa el diagnóstico y tratamiento oportuno.
Según estudios recientes, entre el 1 % y el 3 % de los gatos pueden presentar ERC en general, pero esta cifra se dispara en felinos mayores de 7 años, alcanzando hasta un 50 % en los mayores de 15 años. Lamentablemente, muchos cuidadores llegan al consultorio veterinario cuando la enfermedad ya se encuentra en una fase avanzada.
La doctora Laura Peña, médica veterinaria de Heel Colombia, enfatiza la importancia de los chequeos regulares: “Detectar a tiempo una enfermedad renal crónica en gatos permite establecer un plan de tratamiento menos invasivo, más efectivo y con mejor pronóstico. La clave está en no ignorar señales como el aumento de la sed o la pérdida de peso”. Además, destaca el papel de las terapias integrativas, como las biorreguladoras, que ayudan a estabilizar al paciente, brindan soporte renal y favorecen la función de las nefronas, las unidades funcionales de los riñones.
El tratamiento de esta condición no solo se basa en medicamentos, sino en una combinación de estrategias que incluyen cambios en la dieta, hidratación constante, control de la presión arterial y el uso de suplementos que ayuden al buen funcionamiento del sistema renal.
Aunque la enfermedad renal crónica no tiene cura, es posible garantizarle a los gatos una vida digna, sin dolor y con bienestar. Esto solo es posible si los cuidadores asumen un rol activo, observan los cambios en el comportamiento de sus mascotas y acuden al veterinario con regularidad.
En este Día Mundial del Gato, el llamado es claro: el amor por los felinos también se demuestra con prevención, cuidado consciente y responsabilidad. Porque una vida saludable para ellos depende, en gran medida, de la atención que les demos hoy.