Resumen
Investigadores de la Universidad Industrial de Santander trabajan para proteger y preservar la cabra criolla santandereana, un patrimonio genético de Colombia, ante los desafíos de la pérdida de diversidad genética. La especie tiene un valor cultural y gastronómico importante en la región Santander.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
En el majestuoso Cañón del Chicamocha, un grupo de investigadores de la Universidad Industrial de Santander (UIS) está liderando una noble misión: proteger y preservar la cabra criolla santandereana, una especie que no solo es parte del paisaje de 22 municipios de Santander, sino que también es un símbolo de resistencia y adaptabilidad en la región.
Con su pequeño tamaño, color panela y sorprendente resistencia a enfermedades y altas temperaturas, la cabra criolla santandereana se ha convertido en un patrimonio genético de Colombia. A pesar de su historia centenaria, los científicos y agricultores están cada vez más conscientes de la necesidad de preservar su pureza genética ante los desafíos actuales.
El semillero de investigación Chíxi Grandin de la UIS ha estado trabajando incansablemente para entender los secretos genéticos y reproductivos de esta especie única. Según Daniel Felipe Torres, investigador del programa de Zootecnia de la UIS, el objetivo es preservar y propagar esta alta genética, contribuyendo a la conservación de la cabra criolla santandereana y evitando la pérdida de su diversidad genética.
La cabra criolla santandereana no solo destaca por su fortaleza, sino también por su valor cultural y gastronómico. Alimentándose de hierbas endémicas del cañón, su carne tiene un sabor inigualable, siendo un orgullo para los santandereanos y un plato típico de la región.
Además de los esfuerzos académicos, los campesinos locales, como Elí Atuesta, están comprometidos en la conservación de esta raza autóctona, buscando mantener su pureza y adaptabilidad.
