Un antes y un después es la marca indeleble de una quemadura con pólvora
Resumen
El uso irresponsable de pólvora genera lesiones graves y traumas en niños, requiriendo acción urgente. La campaña 'Santander + Segura' destaca que la pólvora no es un juguete. Instan a la comunidad a proteger la infancia rechazando su uso y tomando medidas preventivas.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Un estallido basta para marcar un antes y un después en la vida de un niño. Cada año, el uso irresponsable de pólvora deja lesiones irreversibles, fracturas, quemaduras y traumas que afectan a menores y a sus familias, una realidad que exige acciones inmediatas y conciencia colectiva.
En el marco de las celebraciones, la campaña Santander + Segura refuerza un mensaje claro: la pólvora no es un juguete y su manipulación representa un riesgo grave para niños, niñas y adolescentes.
Las autoridades y organizaciones sociales advierten que la mayoría de los accidentes ocurren en espacios familiares, donde la confianza sustituye a la precaución y se subestiman los peligros reales de estos artefactos.
La protección de la infancia no recae en una sola institución. Padres, cuidadores, vecinos y comunidad tienen un papel determinante en la creación de entornos seguros. La vigilancia constante, el rechazo al uso de pólvora en presencia de menores y la denuncia oportuna de prácticas peligrosas forman parte de una cadena de cuidado que salva vidas.
Los daños causados por explosivos pirotécnicos no solo afectan el cuerpo. También dejan secuelas emocionales y sociales que limitan el desarrollo integral de quienes resultan heridos. Por esta razón, la prevención se consolida como la herramienta más eficaz para evitar tragedias anunciadas.
Proteger a la niñez significa elegir la vida, la responsabilidad y el respeto por la seguridad común. Cada decisión cuenta y cada cuidado importa.