Resumen
El gobierno del presidente colombiano Gustavo Petro retiene los pagos a las empresas de servicios de salud mientras se espera una nueva ley de reforma sanitaria. Esto ha sido visto como una forma de chantaje contra las fuerzas parlamentarias que estudian la reforma.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Presidente Petro incurriría en el delito de ‘pánico económico’ para acabar EPS´s
Desde hace seis meses están retenidos los pagos de las cuentas de las empresas prestadoras de servicios de salud, como la Foscal, la clínica Fosunab, la clínica Ardila Lulle, Colsanitas y el hospital Internacional de Piedecuesta, entre muchas otras empresas privadas que atienden pacientes de todos los lugares de Colombia, esperando la nueva Ley que reforma la salud pública y que acaba con la intermediación financiera y el suministro de medicamentos en este sector.
Una resolución firmada por el Ministro de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, dispone que todas las cirugías de alto riesgo y los medicamentos de alto costo para salvar vidas, deben ser atendidos con los mismos recursos presupuestales asignados por el gobierno nacional al sistema general de salud, incluyendo la compra y suministro de medicinas de alto costo en el mercado internacional, atendiendo y asumiendo el millonario costo de las intervenciones quirúrgicas.
Con esta medida, el gobierno del presidente Gustavo Petro Urrego y su ministro de salud ejercen chantaje contra las fuerzas parlamentarias que estudian actualmente la reforma de la salud en Colombia, que será debatida a partir del mes de marzo en el Senado de la República.