Resumen
Bernardo Arévalo asume la presidencia de Guatemala tras unas tensiones en el Congreso. En su discurso, hizo hincapié en combatir la corrupción y se declara agradecido por el apoyo judicial que recibió. Su ascenso se marcó por acusaciones de irregularidades.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Bernardo Arévalo asumió la presidencia de Guatemala en una ceremonia que tuvo lugar en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, en Ciudad de Guatemala, después de una jornada de caos y tensiones en el Congreso. El evento, originalmente programado para el domingo, se retrasó debido a desacuerdos en el Congreso y decisiones judiciales.
En su discurso de asunción, Arévalo hizo referencia a los obstáculos judiciales y desafíos que enfrentó desde su elección en agosto, agradeciendo al Tribunal Supremo Electoral y a la Corte Constitucional por proteger la voluntad soberana de los guatemaltecos. También afirmó que no permitirá que las instituciones se dobleguen ante la corrupción y la impunidad.
El nuevo presidente había denunciado previamente intentos de "golpe de Estado" en su contra. Hubo tensiones en el Congreso, con manifestantes rodeando la sede y desacuerdos sobre la formación de la Junta Directiva. El proceso de juramentación se vio afectado por demoras y conflictos internos, lo que llevó a la preocupación de que Arévalo no asumiera su cargo.
Representantes internacionales, incluyendo al rey Felipe VI de España y el presidente chileno Gabriel Boric, abandonaron la ceremonia debido a las demoras. La OEA, la Unión Europea y varios países expresaron su apoyo a Arévalo y llamaron al Congreso a cumplir con su mandato constitucional.
El ascenso de Arévalo a la presidencia estuvo marcado por obstáculos, incluyendo la suspensión de la personería jurídica de su partido y acusaciones de irregularidades en su constitución. Arévalo, elegido con un 60.9% de apoyo, se convierte en el presidente más progresista de Guatemala en casi 40 años.
