Resumen
El artículo enfatiza el poder y la influencia de nuestras palabras para construir o destruir realidades, basándose en enseñanzas bíblicas y pensamiento filosófico. Destaca la necesidad de un uso consciente y sabio del lenguaje para transformar nuestra realidad.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Los seres humanos, distinguidos de todas las criaturas terrenales por el don del habla, poseen la capacidad única de construir realidades o destruirlas con sus palabras. La sabiduría contenida en la Biblia y el pensamiento filosófico se entrecruzan para revelar la importancia y el poder de nuestras expresiones verbales.
Proverbios nos ofrece una visión clara al respecto: "La vida y la muerte están en poder de la lengua, y los que la aman comerán de sus frutos" (Proverbios 18:21, NVI). Este versículo destaca cómo nuestras palabras pueden nutrir o envenenar el espíritu humano.
Adentrándonos en el análisis filosófico, Aristóteles consideraba el lenguaje como una herramienta para expresar lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo, y así construir la realidad moral y política. De manera similar, Friedrich Nietzsche veía las palabras como estructuras de poder que influyen en nuestra percepción de la realidad. Ambos enfatizan el valor intrínseco de las palabras y su capacidad para moldear nuestro entorno.
En contraste, Santiago nos ofrece una advertencia sobre los juicios que emitimos a través del lenguaje: "Si alguno se considera religioso y sin embargo no domina su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no tiene valor" (Santiago 1:26, NVI). Este pasaje resalta la necesidad de ejercer control sobre nuestras palabras, especialmente en el contexto de nuestras creencias y prácticas.
El poder de sanar y de edificar también es reconocido en Proverbios: "Hay palabras que son como golpes de espada; pero la lengua de los sabios es medicina" (Proverbios 12:18, NVI). Este proverbio nos anima a usar nuestro discurso para curar y fortalecer los lazos humanos, mostrando que las palabras pueden ser un bálsamo para el alma.
Wittgenstein, un filósofo del siglo XX, afirmaba que los límites de nuestro lenguaje son los límites de nuestro mundo, lo que implica que nuestras palabras no solo comunican, sino que también forman nuestros pensamientos y acciones. Aquí, el uso consciente del lenguaje se vuelve esencial para la transformación de nuestra realidad.
La dulzura y el poder positivo del habla se destacan nuevamente en Proverbios, donde se compara palabras agradables con el "panal de miel, dulces al alma y medicina para los huesos" (Proverbios 16:24, NVI). Este pasaje nos recuerda que el lenguaje constructivo y positivo puede nutrir el alma y reforzar las relaciones interpersonales.
La realización de juicios como actos lingüísticos implica una gran responsabilidad. Cada vez que emitimos un juicio, estamos participando en un acto de construcción o de demolición. Por ello, es necesario reflexionar sobre la intención y el efecto de nuestras palabras, buscando que estas sean constructivas y alentadoras.
Sabido es que, para mover emociones y generar impacto publicitario se emplean construcciones lingüísticas, basadas en juicios infundados que en ocasiones son interpretados por algunos como afirmaciones y verdades absolutas. Muchos seres humanos se cuidan en lo que comen empero no de lo leído, escuchado y conversado, se deleitan en conversaciones superfluas, dejándose llevar por pasiones desbordadas; son partícipes de convites encaminados a despotricar, calumniar y demeritar el actuar de sus congéneres, siendo inconscientes que su postura y mirada dista de poder lograr un desarrollo espiritual. No más preocupaciones cimentadas en discursos y relatos carentes de utilidad, verdad y bondad.
Colofón, nuestras palabras son sustancia poderosa con el potencial de influir en nuestro entorno. Un uso consciente y sabio del lenguaje, guiado por la sabiduría bíblica y el pensamiento filosófico, puede transformar nuestra realidad. Con cada palabra que seleccionamos, dejamos una huella en el universo y en las almas que nos rodean. Conversemos con propósito, sabiduría y la intención de dejar un legado de palabras que sanen, fortalezcan y construyan.
*Abogado especialista en derecho laboral de la Universidad Libre de Colombia, especialista en seguridad social de la Universidad Santo Tomás y Magíster en derecho con énfasis en derecho del trabajo de la Universidad Externado de Colombia. abogado@jorgeluisquinterogomez.com.
