Cuando falta la salud...

La salud es el bien más preciado de la vida, después de lo que he venido viviendo desde hace más de 2 años lo digo con todas mis fuerzas, las poquitas que tengo, sin salud no hay nada.

Desde hace más de dos años, en el año 2022, empecé a tener unos dolores muy fuertes en el cuello, dolores que me han llevado a impedir mis movimientos normales.

Esos dolores, que todavía tengo, me han llevado a otras situaciones que en este momento no se sabe si vienen de eso o si son producto de otra situación, he venido teniendo problemas para hablar y lo peor de todo, no puedo comer, dicho textualmente, no puedo deglutir la comida, no puedo tragar.

En este momento, con hoy, son 7 días en que apenas me he tomado algunos caldos y sopas, con mucho esfuerzo, nada sólido me pasa, mi garganta está totalmente obstruida.

Desde el jueves pasado ya llevó 3 veces que voy a urgencias, allá me han tratado el dolor de la nuca, pero no me han podido hacer nada para lo de la garganta, ustedes se imaginan que ningún cuerpo aguanta sin comer, además de las pocas fuerzas que tengo, otras cosas pueden complicarse, créanme es algo muy delicado, me envían pastillas qué no puedo tomar porque no me pasan por la garganta y me da miedo atorarme.

Hoy, a través de esta Columna, sacando fuerzas de donde no tengo, porque además mi visión es borrosa, quiero antes que nada agradecer a muchas personas que me han enviado sus mensajes de apoyo, de verdad les agradezco, ell@s son conscientes que cuando he podido he tratado de estar a su lado para ayudarles en lo que he podido. Gracias sinceras desde mi corazón.

Por ahora y lo hago desde mi columna, no puedo atender llamadas ni enviar Audios porque mi voz está muy afectada, en la medida en que pueda contestaré mensajes.

Solo espero que Dios tenga misericordia de mí, que me dé su bendición para saber qué hacer, a donde ir, porque hasta el día de hoy no he recibido el tratamiento debido, viendo las cosas, ir al Seguro es complicado porque casa vez hay un Médico distinto que lo atiende a uno, con su propia visión de la situación, no hay un arraigo de mi enfermedad, cada uno manda lo que considera, pero hasta el día de hoy no me han encontrado por lo menos el alivio a mi delicada situación de salud.

Espero poder enviar mi Columna y espero recibir de mis lectores el apoyo que necesito en estos momentos tan difíciles, Dios me bendiga para que con su Santa Luz y su Divina Misericordia me pueda sacar pronto de esta difícil situación.

Añoro esos tiempos en que caminaba por toda la ciudad sin problemas físicos y cuando comía esas deliciosas comidas que me preparaban en mi casa, mi madre y mi esposa, todo eso quedó en mis recuerdos, pero me han servido de mucho para tener todavía algo de fuerzas para seguir aquí.

Dios tiene como siempre la última palabra, espero que sea la de poder seguir en mi lucha. Amén. Como decía un expresidente, que Dios l@s bendiga y que Dios me bendiga. Amén.

Con las pocas fuerzas que tengo, Voy Con Toda. Amén.