Resumen
En 2005, una avalancha en Girón, Santander, dejó 46 muertos, desaparecidos y cientos de damnificados. 19 años después, la tragedia sirve de recordatorio para priorizar la prevención y mitigación de desastres naturales, a la vez inspira resiliencia y esperanza.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Los estragos de la implacable naturaleza
El sábado 12 de febrero de 2005, una avalancha de lodo, maleza y piedras arrasó con gran parte del municipio de Girón, Santander, tragedia que dejó 46 personas muertas y otras desaparecidas, además de cientos de familias damnificadas.
Al cumplirse 19 años de este trágico suceso, muchas de las personas que fueron víctimas de esta tragedia, señalaron que eso marcó un antes y un después en la historia del municipio.
Según lo reseña la historia, las fuertes lluvias que azotaron la región durante varios días provocaron el desprendimiento de una ladera en la vereda La Cuchilla, lo que generó la avalancha que se precipitó sobre la zona urbana de Girón. La fuerza del agua y el lodo arrasó con casas, vehículos y personas a su paso.
Prevención y mitigación
Importante recordar esta tragedia y los daños que dejó a su paso para aprender trabajar en la prevención de futuros desastres naturales, porque a pesar de los años transcurridos, esa avalancha de Girón sigue presente en la memoria de los habitantes del municipio.
Sin embargo, en la población gironesa también hay un sentimiento de esperanza y de resiliencia. Girón se ha levantó de entre el barro y las rocas y ahora es un municipio pujante y conserva su dinámica económica derivada del turismo histórico y arquitectónico.
La tragedia de Girón, generada luego de tres días de fuertes lluvias, es un recordatorio sobre la Importancia de la Gestión del Riesgo, en su tarea de realizar acciones de mitigación y prevención para que no se vuelvan a presentar desastres como el de hace 19 años y que marcaron a para siempre a ‘La Villa de los Caballeros’.