Resumen
Jesús Elías Loaiza, un hombre de campo de 119 años de Antioquía, Colombia, murió el 15 de febrero, dejando un legado de vida saludable y sabiduría rural. Vivía una vida simple, marcada por la felicidad y la ausencia de enfermedades.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)A días de cumplir 119 años. Don Jesús Elías Loaiza un hombre amante del campo y la vida humilde, fue un cariñoso anciano que partió de este mundo este jueves 15 de febrero. Don Jesús deja un legado de vida, salud y sabiduría rural.
La partida de Jesús Elías Loaiza, a tan solo una semana de alcanzar la impresionante cifra de 119 años, ha sumido en la melancolía a su comunidad en el departamento de Antioquía.
Este humilde hombre llevó una existencia que desborda cualquier marco común de longevidad, moldeada por la pureza de la vida en el campo. Su vida no solo fue notable por la cantidad de años vividos, sino también por la calidad de estos, marcada por la ausencia de enfermedades y una felicidad sin complicaciones.
En entrevista concedida en 2020, comentó que su rutina comenzaba a las 4 de la mañana, momento en que se levantaba para hacer café y contemplar el amanecer antes de empezar su jornada en la parcela donde cultivabas hortalizas y productos de la región.
Como sus padres, don Miguel Loaiza y su doña Rosalía Arenas jamás quiso irse de su natal municipio de Amalfi. Por mas de 70 años en compañía de su esposa Hermelina, criaron a sus 11 hijos, familia que con nietos, bisnietos, tataranietos, yernos y nueras, llega ya a casi 200 personas que la integran.
Con el fallecimiento de su amada esposa en el 2023, la tristeza y la nostalgia lo acompañaron hasta este jueves, cuando dio su ultimo aliento de vida terrenal.
Nació un 22 de febrero de 1905, fecha de cumpleaños que celebraba siempre bailando y tomándose unos tragos de aguardiente, como buen paisa. Siempre decía que su longevidad era producto de su “buena vida y trabajar con especial cariño”.
Recogía agua de lluvia y con este preciado liquido se bañaba para iniciar sus labores en la parcela, hasta las seis de la tarde, para regresar a casa y tomarse una buena taza de café. QEPD