Resumen
Las altas temperaturas en Santander, Colombia, han destruido el 80% de los cultivos de mora en Piedecuesta, afectando a 3.000 familias que dependen de estos para su sustento. Los productores piden ayuda gubernamental urgente para recuperarse de la crisis.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Tres mil familias claman ayuda urgente
El intenso verano que azota a Santander ha tenido un impacto devastador en el municipio de Piedecuesta, conocido como el segundo mayor productor de mora del país después de Cundinamarca.
Las altas temperaturas, que han rozado los 32 grados centígrados en los últimos días, han calcinado el 80% de los cultivos de mora en el municipio de Piedecuesta, Santander, con lo cual unas 3.000 familias que dependen de este fruto claman ayuda urgente.
La situación como "preocupante" porque al ser el segundo productor de mora a nivel nacional, ahora no tienen cómo responder porque la mayoría de los cultivos se han perdido, en una extensión de aproximadamente 27 veredas del este municipio metropolitano.
La destrucción de la cosecha no solo representa una pérdida económica significativa para los productores, sino que también pone en riesgo la seguridad alimentaria de las familias que dependen de la venta de la mora para su sustento. Además, la recuperación de los cultivos tomará alrededor de tres meses, lo que implica un período adicional de dificultades económicas para las comunidades afectadas.
Auxilio del Gobierno
Los cultivadores señalan que para recuperar los cultivos se hace necesaria una inversión de dinero que no tienen, pero tampoco pueden contar con los recursos de la cosecha que se perdió y piden la ayuda de los Gobiernos departamental y nacional.
La situación en Piedecuesta es un reflejo del impacto que el cambio climático repercuta en la agricultura colombiana. Las olas de calor cada vez más frecuentes e intensas ponen en riesgo la producción de alimentos y la seguridad alimentaria de las comunidades rurales.
Es urgente que se tomen medidas para apoyar a los productores afectados por el verano en Piedecuesta y en otras zonas del país. Se necesitan inversiones en infraestructura para el riego, asistencia técnica para la adaptación al cambio climático y programas de apoyo económico para que las familias puedan recuperarse de esta crisis.
