Resumen
El exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández Suárez, ha sido condenado por corrupción en el caso Vitalogic. Además, ha revelado que padece de cáncer terminal. Suárez anteriormente había intentado retratarse como víctima e inocente.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Hay batallas que el ser humano decide enfrentar, aunque de antemano sabe que son inútiles, porque pelear una guerra nuclear armados con tan sólo una cauchera, es imposible de ganarla.
Eso hizo Rodolfo Hernández Suárez, el exalcalde de Bucaramanga y excandidato presidencial, quien se enfrentó a tirios y troyanos sin más armas que la terquedad y el discurso donde amenazaba a todo el mundo y lanzaba frases con la intención de que la gente crea que él era una víctima y los demás eran los malos.
Hace algunos días atrás, cuando se empezaron a conocer los prolegómenos de los que sería su audiencia judicial por el caso Vitalogic, algunos optimistas señalaban que el político cuestionado sería absuelto de todo lo que se le imputaba y que se convertiría otra vez en Alcalde de Bucaramanga.
Los realistas expresaban que había dos situaciones por las cuales Hernández Suárez, ya no podía volver al primer cargo del municipio capital de Santander, y esas eran, la primera porque sería condenado por el caso Vitalogic o que su enfermedad no le permitiría ejercer el cargo.
Los dos vaticinios se cumplieron. Este jueves el juez décimo penal de Bucaramanga lo condenó por sus actos de corrupción, pese a que a lo largo de los últimos años pregonó en Colombia, en el exterior y a los cuatro vientos, que era inocente y, como la manida frase de derrota, exclamo ‘ese tal Vitalogic no existe’, y la justicia cojeó, pero llegó.
Lo otro fue que reveló que padece de cáncer terminal. Eso ya se conjeturaba en las más altas esferas políticas porque, con los criterios y conocimientos de médicos especialistas, un cáncer de colon es mortal porque no sólo complica el tratamiento y los procedimientos quirúrgicos, sino que es impredecible su reacción tras los tratamientos médicos.
Rodolfo Hernández emprendió una lucha perdida. Sólo él sabe los motivos por los cuales se estrelló contra la muralla, a sabiendas de que peleaba contra lo imposible. En medio de eso, se lanzó a la Presidencia de la República y estuvo a punto de ganarla, pero se asustó con la cola de un ratón luego de haber decapitado a un león.
Un tragicómico final para un hombre que manejaba a los políticos que lo favorecieron con muchos de los contratos comprometidos en Bucaramanga y en otras ciudades de Santander y del país.
El exalcalde era un hombre dedicado a la construcción y a otras hierbas, pero también a manipular la política y a los políticos a su antojo, y cuando se lanzó a ser político, creyó que todo sería igual, pero el pasado no perdona y el presente es duro, pero es la ley. Y nadie está por en cima de la Ley.