Resumen
Las cenizas del escritor y poeta Ramiro Lagos Castro, fueron regresadas a su ciudad natal, Zapatoca, donde se inauguró un panteón para intelectuales. Lagos Castro dejó un legado de veintiséis libros y una escuela de poesía en su nombre.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Inauguración de panteón en el cementerio católico de Zapatoca. Semanas después de su fallecimiento en los Estados Unidos, donde mantuvo su residencia como profesor de lengua castellana en varias universidades, regresaron a Zapatoca – su tierra natal --, las cenizas del escritor y poeta RAMIRO LAGOS CASTRO, migrante por el mundo como máxima expresión de su cultura y de su talento, plasmado en veintiséis (26) libros que identifican el temperamento y la ilustración de quien ejerció a muy temprana edad la dirección del diario EL FRENTE y que estuvo viviendo en España, donde creó una ‘Escuela de Poesía que lleva su nombre’.
Distinguidas mujeres acompañaron la ceremonia religiosa cumplida en el templo parroquial de Zapatoca para colocar en una cripta sus despojos, con los cuales el párroco, sacerdote José Antonio Díaz Gómez, inauguro el panteón destinado a los intelectuales nacidos en la ‘Ciudad Levítica’.
De Lagos Castro quedan sus libros que contienen sus expresiones líricas, una cátedra sobre poesía social y varios sonetos dedicados a describir el talento de la raza santandereana y comunera.
