Resumen
La Empresa Licorera de Santander, muy popular en su día, fue víctima de mala gestión y políticas ineficientes. Marcas valiosas fueron adquiridas por particulares sin acto administrativo. El actual gobernador, Juvenal Díaz Mateus, busca reactivar la empresa.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Qué fácil les pareció a ciertos personajes de la política regional apoderarse de las marcas de los productos de la Empresa Licorera de Santander, que fue cerrada hace varios años, sin tener en cuenta que constituyen patrimonio intangible del departamento, cuyo gobierno debe ejercer el monopolio de la producción y comercialización de licores. Llegaron los antioqueños a dominar el mercado porque en Santander hubo administraciones ineficientes que regalaban el aguardiente a los dirigentes políticos para sus campañas electorales.
Los productos de la Empresa Licorera de Santander llegaron a tener tanta aceptación en el mercado nacional, especialmente en la época del ex gerente Samuel Mutis Troncoso, que fue una de las mejores administraciones de la compañía oficial. La competencia en el mercado de licores fue desplazando al Aguardiente Superior y al famoso ‘Anisado Pichón’ por el manejo politiquero de la compañía regional.
Años después aparecieron unos particulares apropiándose de la razón social y de las marcas, sin que hubiere un acto administrativo entre el gobierno de Santander y los operadores privados, que quisieron revivir este lucrativo negocio. Existían hasta entonces los famosos ‘Estancos Municipales’ donde se cobraban las estampillas que controlaban agentes del Resguardo de Rentas, un cuerpo de vigilancia que defendía las rentas departamentales.
El señor gobernador del departamento, Mayor General ® Juvenal Díaz Mateus, ha anunciado que se propone reactivar la Empresa Licorera de Santander, que hace medio siglo contaba con enorme prestigio en toda la nación. La directora de la Oficina Jurídica del Departamento, abogada Luz Ángela Cristancho Corredor, consultada por el director de EL FRENTE, ha dicho que el equipo jurídico de la gobernación está revisando este delicado asunto.
Es admirable el ímpetu que el señor gobernador le ha dado a todas las actividades que se propone realizar y que le pueden otorgar un liderazgo a las rentas regionales. Seguramente tendrá que mirar cómo se rescatan las marcas de los licores y los equipos, las cavas de añejamiento y las instalaciones que les fueron cedidas por sus antecesores a otras entidades públicas y al Canal Regional de Televisión TRO, que fueron parte de los bienes activos de la compañía licorera de Santander.
Recordemos que la industria de los licores nació en esta región del país y que el aguardiente, producido hace más de doscientos años en la provincia comunera del Socorro, fue tema de las Capitulaciones firmadas durante la Revolución de los Comuneros en 1781, cuando el gobierno de la Corona Española quiso cobrar a sus colonias el llamado ‘Impuesto de Barlovento’ para financiar la guerra de España contra Inglaterra. El Aguardiente Superior fue motivo de inspiración de los artistas que animaban las ferias y fiestas. La industria de las cervezas también nació en Santander, pero casi nadie se acuerda de su historia.