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Los dictadores deben morir como Maduro en Venezuela: vencidos, derrotados y crucificados

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Resumen

El artículo critica duramente a Nicolás Maduro, acusándolo de daños a Venezuela y la creación de milicias terroristas para mantenerse en el poder. Se menciona también la corrupción y el saqueo del patrimonio nacional. Se aplaude el reclamo popular liderado por María Corona Machado.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
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El daño físico y moral, a que han sido sometidos millones de venezolanos, que han tenido que abandonar este bello país, dejando atrás a sus abuelos que conocieron en el pasado esta república independiente y poderosa, escenario de la dictadura de Nicolás Maduro, NO tiene perdón del cielo.

Nicolás Maduro Moros es un asesino del pueblo que, con el propósito de mantenerse en el poder, ha creado las milicias terroristas, que manejan cárceles y lugares de suplicio, para intimidar a quienes están cansados de la mentira y de la infamia de este peligroso dictador, que ha dado orden de exterminar a quienes se oponen a sus diabólicos designios.

Personaje locuaz, que ha destruido la libertad y la DEMOCRACIA de Venezuela, debería ser castigado con cadena perpetua para cobrarle todas sus fechorías. Los dictadores, como Nicolás Maduro, suelen enriquecerse a la sombra del poder, por la codicia que despierta el ejercicio de régimen totalitario, que se ha quedado con las más grandes fortunas en paraísos fiscales del mundo.

Las minas de oro y de coltan localizadas en la línea limítrofe con el Brasil, en Apaporis y Tabatinga, han dado para todo. Inclusive el ‘regalo’ que el presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego, les hizo el año pasado entregándoles los títulos accionarios de la Empresa Monómeros Colombianos, alrededor de treinta millones de dólares, que estaban invertidos en las plantas de producción de fertilizantes en Barranquilla y Tumaco.

Con la inestabilidad jurídica que hoy padece Colombia y con los elevados índices de corrupción en las entidades públicas, poca gente se da cuenta de la forma como se roban el patrimonio de las dos naciones, en manos de camarillas políticas que participan en el saqueo de los dos países. La empresa Monómeros Colombianos, que estaba bajo el control del gobierno de Colombia, fue devuelta por el gobierno del presidente Petro con su componente accionario, para que la manejen agentes del gobierno venezolano.

El pueblo venezolano, que ha padecido durante veinticinco años las atrocidades de la dictadura, se cansó de los atropellos del régimen, del empobrecimiento de su país y de la falta de oportunidades. Nunca se pensó que la principal potencia económica de Latinoamérica pudiera terminar convertida en un rincón de miserables, que arriesgan sus vidas para conseguir el bien sagrado de la libertad. Una valiente mujer, como María Corona Machado, dueña de una exquisita inteligencia, está al frente de las movilizaciones populares en Caracas, Barquisimeto, San Cristóbal, Valencia, Puerto Ordaz, Maracaibo y Maiquetía, para defender los resultados de las elecciones presidenciales del pasado domingo, donde Nicolás Maduro fue derrotado estruendosamente y ha pretendido aferrarse al poder, a través de un monstruoso fraude ejecutado electoral, que ha despertado la reacción del bravo pueblo, que prefiere morir en la batalla por la libertad y por la democracia.

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