Resumen
Un joven de 16 años murió tras una balacera en Bucaramanga. Su madre, Johana Rúgeles, pide justicia mientras teme represalias de los responsables, conocidos en el barrio. La Policía y la Fiscalía investigan el caso.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La vida de un joven de 16 años se apagó trágicamente en el barrio Café Madrid, al norte de Bucaramanga, tras ser alcanzado por una bala en medio de una balacera la noche del 16 de octubre. Johana Rúgeles, madre del adolescente, fue testigo de ese momento desgarrador en el que la violencia le arrebató a su hijo en cuestión de segundos. Ahora, con el corazón roto, clama justicia para que el crimen no quede en la impunidad.
Según relató Johana, esa noche ella y su hijo, conocido cariñosamente como 'Steven', se encontraban afuera de su casa, conversando sobre disparos que se habían escuchado minutos antes. De repente, los tiros volvieron a resonar en el aire.
En medio de la desesperación, vecinos del sector actuaron rápidamente y llevaron a Steven al Hospital Local del Norte en una motocicleta. Aunque el personal médico logró estabilizarlo temporalmente, la gravedad de la herida obligó a trasladarlo a la Clínica Chicamocha, donde fue sometido a una cirugía que se extendió por más de cinco horas. Pese a los esfuerzos de los doctores y las oraciones de sus seres queridos, el joven falleció en la mañana del 17 de octubre.
Los días de dolor y desesperanza para la familia no han hecho más que empezar. Johana, además del duelo, vive con el temor de que los responsables del crimen tomen represalias, ya que, según ha indicado, los culpables son conocidos en el barrio y mayores de edad.
Aunque se cree que ya han huido del sector, la madre no se detiene en su llamado a las autoridades para que estos sujetos sean capturados y enfrenten la justicia. “Me lo hicieron bien feo, me quitaron a mi hijo y temo por mi vida, pero seguiré insistiendo porque no permitiré que su muerte quede impune”, expresó con dolor.
Steven era un apasionado hincha del Atlético Bucaramanga y había cursado hasta noveno grado de bachillerato. Su vida giraba en torno a su madre, a quien acompañaba en los quehaceres del hogar.
El cuerpo del joven está siendo velado en la Casa Fúnebre Paulo VI en Bucaramanga y este domingo, 20 de octubre, su familia y amigos le darán el último adiós en el Cementerio Central de la ciudad.
Mientras tanto, la Policía Metropolitana de Bucaramanga, en coordinación con la Fiscalía, adelanta las investigaciones necesarias para dar con los responsables de este crimen que ha dejado una profunda herida en la comunidad.