Resumen
Luego del vendaval que destrozó parte de las instalaciones de la Normal Superior de Charalá, el pasado 9 de octubre, y otras dos sedes de instituciones educativas, se determinó que se retome la virtualidad para dictar clases.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Daños causados por el vendaval
La época de pandemia por Covid-19 dejó un legado muy bueno para las instituciones educativas en Santander y es la red de comunicación vía internet con la cual los estudiantes recibían sus clases de forma virtual.
Luego del vendaval que destrozó parte de las instalaciones de la Normal Superior de Charalá, el pasado 9 de octubre, y otras dos sedes de instituciones educativas, se determinó que se retome la virtualidad para dictar clases.
El Alcalde, Edilson Arenas, señaló que ante las graves afectaciones sufridas por la planta física de este colegio, las cuales no serán reparadas en corto tiempo, se determinó volver al sistema de educación virtual, entre tanto avanzan las refacciones o se habilitan otros espacios dentro de los planteles educativos.
Entre tanto, John Fredy Suárez, docente de la Normal Superior de Charalá, señaló que en ese plantel se presentó una catástrofe, porque los seis salones quedaron destechados, se dañaron los televisores y en la sede de bachillerato quedaron destruidos los laboratorios.
Calamidad pública
Una situación similar se vive en los colegios Helena Santos Rosillo y el José Antonio Galán y desde el Sindicato de Educadores de Santander se hizo un llamado urgente para que no haya traumatismos en el calendario escolar y sea concluido dentro de los tiempos y completo.
El alcalde, Edilson Arenas, indicó que se requiere una alta inversión para recuperar las otras infraestructuras afectadas con el vendaval, gastos que ascenderían a unos 900 millones de pesos, recursos que se buscan con premura para poder arreglar las sedes de los colegios.
Además, hay que recuperar las sedes del Albergue del Adulto Mayor y la Casa de la Cultura, entidades que sufrieron graves daños. Es por eso que Charalá, se encuentra bajo declaratoria de calamidad pública durante seis meses en Charalá.