Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Recrudece violencia por control de territorio y el narcotráfico
La violencia acrecentada en la región del Catatumbo cobró nuevas víctimas este jueves cuando al menos cuatro personas murieron, una de ellas fue sacada de su vivienda y acribillado en vía pública.
Un nuevo capítulo de violencia se registró en zona rural del municipio de Teorama, departamento de Norte de Santander, en los corregimientos de San Pablo y El Aserrío. Autoridades verifican otros combates en zona rural de Tibú y El Tarra.
La comunidad alertó que durante la mañana de este jueves 16 de enero de 2025 se vivieron momentos de terror y desesperación tras las múltiples detonaciones de explosivos y armas de fuego de largo alcance.
En esta zona conflictiva de Colombia, integrantes del ELN y de las disidencias de las FARC estarían disputándose el territorio a sangre y fuego por temas de cultivos de coca y narcotráfico.
De acuerdo con las primeras versiones, un joven habría fallecido en medio del enfrentamiento en la entrada principal del corregimiento de San Pablo, metros después del cementerio local.
Estudiantes en peligro
Se desconoce el número de heridos. Los habitantes de estas dos poblaciones se vieron obligados a refugiarse de forma precipitada en sus casas por temor a ser víctimas de las balas.
En el Corregimiento El Aserrío, los docentes del colegio rural tuvieron que resguardarse debajo de los pupitres porque la balacera se produjo a escasos metros del centro educativo.
Muchos de ellos permanecen confinados y, hasta el cierre de esta edición, no habían podido desplazarse hasta sus lugares de residencia en municipios como Convención u Ocaña.
“Es una situación compleja que tendrá un fuerte impacto en el regreso a clases. Después de lo sucedido, muchos padres temen enviar a sus hijos al colegio. La economía también se verá afectada. Es grave, esto va a estar paralizado por un tiempo”, afirmó un líder social de la zona, quien señaló que los hechos ocurridos este jueves podrían marcar el recrudecimiento de la oleada de violencia en el Catatumbo.
Enfrentamientos en nueve sitios
Para los analistas de esta cruenta guerra, la reactivación de la compra de hoja de coca y la normalización de las dinámicas del microtráfico y el narcotráfico a gran escala en el Catatumbo serían los principales factores detrás de los enfrentamientos entre los actores armados irregulares que operan en esta subregión.
Aún no se han identificado las víctimas, pero se presume que son integrantes de los dos grupos armados enfrentados. Las autoridades no han logrado ingresar a la zona debido al alto riesgo para su seguridad.
No obstante, se conoció que una de las víctimas, asesinada en el corregimiento de San Pablo, fue obligada a salir de su vivienda y ejecutada a mansalva en la vía pública.
“Sabemos que este joven era miembro de uno de los grupos armados. El grupo rival conocía su paradero, lo sacaron de su casa y lo asesinaron”, detalló un líder social que prefirió el anonimato.
La “bomba de tiempo” que se vivía entre el ELN y las disidencias de las FARC en la región del Catatumbo estalló. Este jueves 16 de enero, en al menos nueve puntos, se comenzaron a presentar enfrentamientos entre los dos grupos que ya dejan un alto número de personas asesinadas.
Temor por desplazamientos forzados
“La situación es muy lamentable. Es crítica. Es urgente que el gobierno nacional active las mesas de diálogo, haga responsable a estas dos organizaciones de cualquier situación de conflicto que se pueda dar en la región del Catatumbo”, dijo Luis Fernando Niño, Consejero para la Paz en Norte de Santander.
“Nos llega información diversa, nos dicen que hay nueve puntos de combate en este momento entre el ELN y las FARC, hay población civil de por medio, que retienen familiares de las dos partes, es decir, familias de personas adjuntas a algunas de las dos organizaciones”, dijo Niño.
Enfatizó que “nos hablan de cuatro posibles muertos, creemos que son más, porque no hay un reporte oficial, los combates se dan en estos momentos y esto va a desencadenar en desplazamientos forzados y a situaciones mucho más delicadas”.
Hizo un llamado, “primero a las dos organizaciones, aquí teníamos una tregua, incluso una navidad en paz y lo habíamos logrado hasta el 6 de Reyes. Ayer (miércoles) comenzó una masacre en el municipio de Tibú y hoy (jueves) tenemos ya una guerra entre los dos grupos. Lastimosamente, la experiencia de estos 20 años en Norte de Santander es que esto siempre termina muy mal”.
Disidencias de las FARC se pronuncian
En medio de los cruentos enfrentamientos, Alias Andrey, comandante de las disidencias del Frente 33 de las Farc, emitió una declaración urgente debido a los ataques del ELN a sus unidades en la región del Catatumbo y calificó la situación como crítica.
Alias Andrey denunció que el ELN ha atacado a civiles, incluidos familiares de guerrilleros, mujeres y niños, que ha causado muertes y desplazamientos forzados.
Aseveró que, pese a la gravedad de los hechos, las disidencias de las Farc no han respondido militarmente y que su postura es la de buscar una solución pacífica, hizo un llamado a la paz y en su declaración difundida por redes sociales, destacó que la violencia no resolverá los problemas de la región y que la solución debe basarse en el diálogo.
Instó a las partes en conflicto y a las comunidades a evitar una escalada que sólo favorecería a quienes se benefician de la guerra.
Además, solicitó la intervención urgente del Gobierno, particularmente del presidente Gustavo Petro y el Alto Comisionado para la Paz, para detener los ataques del ELN. Andrey concluyó su declaración con un llamado a la paz en la región y reiteró el compromiso de las Farc de cumplir con esa promesa.
