Resumen
La suspensión del programa Mi Casa Ya y reducción en subsidios provocan un aumento del 40% en cuotas de viviendas VIS en Colombia, afectando tanto a familias de bajos ingresos como al sector de la construcción, y creando un ambiente económico desfavorable.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El anuncio del incremento de hasta un 40% en las cuotas mensuales para las viviendas de interés social (VIS) en Colombia ha generado preocupación entre los ciudadanos y el sector de la construcción. Este aumento, que se traduce en un pago mensual de alrededor de $1.700.000 frente a los $1.200.000 que antes se pagaban, es una consecuencia directa de la suspensión del programa Mi Casa Ya, implementado como una herramienta clave para facilitar el acceso a vivienda digna en el país.
El programa Mi Casa Ya ofrecía subsidios para el pago inicial y alivios en las tasas de interés, permitiendo a familias con ingresos inferiores a 2,5 salarios mínimos (equivalentes a $2.847.000 en 2025) acceder a vivienda propia. Sin embargo, con la decisión de suspender el programa y la reducción del 40% en el presupuesto asignado al Fondo Nacional de Vivienda (Fonvivienda), miles de hogares quedan fuera del alcance de estos beneficios, restringiendo significativamente su capacidad de compra.
La incertidumbre también afecta gravemente al sector de la construcción. Mientras en 2022 se vendieron 263.000 viviendas nuevas, en 2023 esta cifra cayó a 146.000 unidades. Además, los desistimientos alcanzaron un récord histórico con 41.000 solicitudes canceladas en ese mismo año, reflejando la desconfianza tanto de los compradores como de los desarrolladores.
Desde entidades como Corficolombiana, se advierte que el agotamiento de las coberturas a las tasas de interés, sumado a la falta de nuevas postulaciones a subsidios, ha creado un ambiente desfavorable que podría empeorar la desaceleración económica del sector inmobiliario.
Repercusiones a nivel nacional
El impacto trasciende la vivienda, afectando también proyectos de infraestructura vial clave para el país, como las iniciativas 4G y 5G, cuya ejecución cayó un 18% en 2024. Este retraso se suma a la problemática habitacional, afectando la conectividad y el desarrollo económico nacional.
Llamado a una política habitacional inclusiva
Frente a este panorama, expertos del sector y gremios como Camacol han solicitado al Gobierno una revisión de las políticas de vivienda y construcción. Corficolombiana insta a priorizar tanto el déficit cuantitativo de vivienda como la implementación de estrategias que permitan a las familias de ingresos medios y bajos acceder nuevamente a subsidios y oportunidades de financiamiento.
Con más de 41.000 familias afectadas y un panorama económico incierto, la necesidad de replantear el modelo habitacional y garantizar el acceso a vivienda se convierte en un desafío crítico para el gobierno del presidente Gustavo Petro.
