Resumen
En Bucaramanga, pacientes trasplantados enfrentan graves riesgos debido a retrasos en la entrega de medicamentos esenciales. Estos retrasos, causados principalmente por Nueva EPS, han resultado en la pérdida de órganos y fallecimientos, afectando al 47% de los trasplantados cardíacos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La comunidad médica y los pacientes trasplantados de órganos en Bucaramanga han alzado su voz de alarma ante la grave situación que atraviesan debido al retraso en la dispensación de medicamentos esenciales. A través de una carta dirigida a la Coordinación Regional Número 4 en Bucaramanga y la Coordinación Nacional de Trasplantes en Bogotá, médicos como Luis Eduardo Echeverría, jefe de falla cardíaca y trasplante cardíaco, han expresado su preocupación por las consecuencias de esta problemática, que ya ha cobrado vidas.
Echeverría denunció que en los últimos seis meses se ha agravado el retraso en la entrega de medicamentos que son vitales para pacientes trasplantados de corazón, riñón o hígado, a pesar de que estos tratamientos están incluidos en el Plan Obligatorio de Salud. Según explicó, la falta de estos medicamentos por solo una o dos semanas puede causar la pérdida del órgano trasplantado o, en casos como el corazón y el hígado, la muerte del paciente.
El impacto de esta crisis es alarmante. De los aproximadamente 130 pacientes con trasplante de corazón registrados, el 47% no ha recibido la medicación necesaria. Además, ya se han registrado fallecimientos debido a esta situación. La principal EPS involucrada, según el reporte médico, es Nueva EPS, especialmente después de su intervención administrativa.
El testimonio de Sergio Cardozo, un paciente con trasplante de riñón, refuerza la gravedad del problema: “Mi vida está en peligro porque desde hace tres meses la Nueva EPS no me entrega medicamentos”, afirmó.
Esta crisis pone de manifiesto no solo la vulnerabilidad de los pacientes trasplantados, sino también las fallas en el sistema de salud que deben ser atendidas con urgencia para garantizar el acceso a los tratamientos y salvar vidas. La situación exige una respuesta inmediata de las autoridades de salud y de las EPS responsables para evitar más pérdidas humanas.