Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La crisis humanitaria que afecta al Catatumbo, causada por la escalada de violencia en la región, ha desatado un éxodo masivo de más de 10.000 personas que huyen de la guerra. En respuesta a esta emergencia, Bucaramanga y la Gobernación de Santander han desplegado esfuerzos conjuntos para brindar apoyo humanitario a las víctimas y enviar ayuda a Cúcuta, ciudad que enfrenta la mayor carga de esta situación.
El alcalde de Bucaramanga, en un gesto de solidaridad, anunció que la ciudad enviará las primeras ayudas a la Alcaldía de Cúcuta. Sin embargo, expresó su preocupación por las limitaciones presupuestales para atender un eventual aumento de desplazados. "Nuestros recursos son limitados, y ya atendemos a una población migrante con nuestra máxima capacidad económica", señaló el mandatario.
Para canalizar el apoyo ciudadano, la Alcaldía de Bucaramanga habilitó un punto de acopio en la carrera 11 #34-52. Allí se reciben donaciones de alimentos no perecederos, kits de aseo, ropa, carpas, fórmulas infantiles y teteros. Richard Caicedo, jefe de gobernanza, invitó a la comunidad a solidarizarse con los damnificados, resaltando la importancia de esta ayuda para quienes han perdido todo debido a la violencia.
De igual manera, la Gobernación de Santander, a través de la Fundación Aspas liderada por la gestora social Victoria Casallas, instaló otro punto de acopio en la calle 46 #39-94. El gobernador Juvenal Díaz Mateus destacó la necesidad urgente de apoyar a las víctimas, mencionando que la campaña de donaciones busca recolectar productos básicos como alimentos, útiles de aseo y pañales para niños. "Debemos ser solidarios con nuestros vecinos de Norte de Santander", afirmó.
Además, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos han instalado puntos de recaudo adicionales en lugares emblemáticos como el parque San Pío y el parque de Los Niños, demostrando una movilización colectiva para enfrentar esta crisis.
Por su parte, el Gobierno Nacional confirmó la expedición de un decreto de conmoción interior, aunque descartó declarar una emergencia económica. No obstante, la personera de Cúcuta hizo un llamado urgente a las autoridades nacionales para que intervengan en la crisis, destacando que las capacidades locales están completamente desbordadas.
Esta situación evidencia una vez más la fragilidad de las comunidades en zonas de conflicto, mientras ciudades vecinas como Bucaramanga y Cúcuta trabajan a contrarreloj para atender a quienes huyen de la violencia, demostrando que la solidaridad es fundamental en momentos de crisis humanitaria.