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Se castigan las consecuencias, no se atacan las causas

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Por: Hernando Mantilla Medina. Colombia es un país carcelero por excelencia, prueba de ello la cantidad de leyes carceleras promulgadas por el Congreso de la República, una fábrica de pres@s, especialmente desde el año 2004, cuando se hicieron leyes como la ley 906 de 2004 que “modificó carceleramente” la ley 599 de 2000 en su artículo lo 64, ley de libertades condicionales.

El Articulo 64 de la Ley 599 de 2000 decía que las Libertades Condicionales se daban con el cumplimiento exclusivo de los Requisitos de Tiempo, Conducta, Resocialización y Concepto Favorable del director de la Cárcel, así se lograron muchas libertades condicionales.

La Ley 906 de 2004, Articulo 5, cambió esa Norma y colocó un concepto que ha hecho y sigue haciendo daño a la concesión de Libertades Condicionales, la previa valoración de la conducta punible, de ahí “se agarraron los Jueces de Penas” para “volver a condenar al ya condenado” porque vuelven a revisar los hechos que dieron lugar a la condena y con base en eso, niegan las solicitudes de libertad condicional.

Además, surgieron otras Leyes que hacen que muchas personas se mantengan presas por el hecho de que su delito les prohíbe la concesión de Libertades Condicionales, Leyes como la Ley 1098 de 2006, Código de Infancia y Adolescencia, que hace que las personas inmersas en delitos contra la Niñez, no tengan beneficios, ni libertad condicional.

A esas Leyes se les suman los impedimentos legales que hay en las Normas de concesión de prisión domiciliaria, si el delito no lo permite no puede salir en Domiciliaria.

Como se ve, somos un país totalmente carcelero, atacamos las consecuencias, no tratamos de solucionar las causas.

Es claro que hay muchas personas dedicadas a la delincuencia “como una actividad”, sobre todo aquellas que tienen que ver con las drogas, su tráfico, su venta, esas personas son delincuentes porque no les importa dañar vidas, sobre todo de jóvenes, a quienes inducen en este vicio, inducción que casi nunca les permite volver a salir, es mucho el daño que han causado.

Pero también hay otras personas que cometen un error, muchas veces por necesidad y caen a una cárcel a pagar muchos años, porque esa es la otra situación, las nuevas Leyes aumentaron en forma desproporcionada e irrazonable las penas en Colombia, incluso se aumentó el tiempo máximo de condena llegando a 60 años, una verdadera cadena perpetua, esas personas que por pura necesidad delinquen, son aquellas que simplemente quedan dentro de las estadísticas del delito, pero nunca se les hace un estudio de su situación social y económica.

Ahora que estamos en época electoral veo y oigo hablar de represión, de construcción de cárceles, de justicia por mano propia, de más policías en las calles, de cámaras, pero no oigo por ninguna parte que se vayan a atacar las causas , sean las que sean, si es narcotráfico, mirar las condiciones de vida de esas personas, mirar aquellas personas que por real necesidad tienen que robar, los moralistas dirán que el delito no es la solución, claro que no la es, pero el hambre es muy mal consejero y riñe con la honestidad.

Ataquemos las causas, de seguro se disminuirán las consecuencias, se disminuirá el delito. Voy Con Toda. Amen.

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