Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)La comunidad del municipio de San Gil le recordó recientemente la Instituto Nacional de Vías (Invias) la promesa que el efectuó a la comunidad de la región, al asegurarles que se iban a construir varias trampas o pistas de frenado para que no volviese a ocurrir la tragedia del fatídico 5 de enero de 2017, cuando una tractomula sin frenos mató a 5 personas, y 17 más resultaron heridas. La obra está ahí, promesa y nada más. Ayer casi se repite el nefasto episodio..
Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE
La promesa incumplida cobró este jueves 22 de agosto más vigencia que nunca pues se registró un nuevo caso de una tractomula sin frenos, episodio en el que quedó demostrado que la comunidad está a la vera de la mano de Dios y solo le queda esperar un milagro cuando las fallas mecánicas a los automotores ocurran.
El caso ocurrió hacia las 10:30 de la mañana cuando un vehículo tipo furgón que cubría la ruta Bucaramanga - Bogotá, de placas SVC 117 y afiliado a la empresa ADC, se quedó sin frenos en la zona de descenso conocida como El Derrumbe, a pocos metros de llegar al casco urbano de la Perla del Fonce.
Por fortuna, la pericia y la actitud temeraria del conductor, y la intervención divina, lograron que el automotor se detuviera antes de que cobrara mayor velocidad friccionado el costado del automotor contra un costado de la montaña.
La variante en veremos
Precisamente, para evitar que estos casos ocurran el gobierno nacional efectuó una segunda promesa incumplida a los sangileños la cual tiene que ver con la hasta ahora fallida construcción de una variante, la cual tiene todos los plazos superados de entrega de obra con un avance solo del 45 por ciento, y lo peor desfinanciada por completo pues hoy el contratista no cuenta con un solo centavo, ni para mover un ladrillo.
Hablamos de una obra que propuso la construcción de una vía bidireccional de aproximadamente 9,6 Km de longitud con carriles de adelantamiento, la cual se propuso como la solución al tráfico de vehículos de carga pesada para evitar que transitase por el casco urbano del municipio de San Gil, obra que contempló dos viaductos: uno para cruzar el río Fonce y otro en la quebrada Las Lajas. En total, incluyendo los 9 mil 999 millones de pesos de la interventoría, la obra se firmó en el 2018 con la empresa contratista Concay S.A. por un valor de 183 mil millones de pesos, suma que resultó insuficiente debido a los desafíos de ingeniería que ha presentado la geología de la zona.
Incluso, recientemente el gobernador de Santander, Juvenal Díaz Mateus, afirmó que actualmente no hay fondos disponibles para completar la construcción de la variante de San Gil, al punto de que la obra tiene el riesgo de convertirse en un nuevo y penoso caso de elefante blanco en Santander.
¿Que hace falta? Una veeduría de la Cámara de Comercio de Bucaramanga determinó que hacen falta 200 mil millones de pesos para finalizar el trazado, dineros que solicitó el Gobernador de Santander al gobierno nacional sin que hasta el momento haya humo blanco al respecto, a pesar de que Díaz Mateus le propuso al gobierno financiar la obra con los recursos que retornaron a la Nación de la fallida obra de la Autopista Bucaramanga a Pamplona.
“En este momento no hay plata y lo que le estamos pidiendo a Invías es que nos ayude, también al ministro de Transporte. La idea es que el Gobierno nacional ponga esa plata, ¿y cómo la pueden poner? Con lo que sobró de la C1 y C2 de la vía a Pamplona ese proyecto no avanzó y donde sobraron 200 mil millones de pesos. Le estoy pidiendo al ministro que los invierta en Santander porque esa variante es necesaria”, propuso el gobernador de Santander Juvenal Díaz.