Resumen
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En una tensa rueda de prensa este jueves 9 de enero, Verónica Abad, vicepresidenta electa de Ecuador, advirtió que "en pocas horas" se consumará un golpe de Estado presuntamente liderado por el presidente Daniel Noboa. La mandataria denunció una “brutal persecución” en su contra, cuyo único propósito, según ella, es “tomar por la fuerza el poder”.
Abad reclamó la delegación de funciones presidenciales durante la ausencia temporal de Noboa, quien se encuentra en campaña electoral de cara a las elecciones generales de febrero. Sin embargo, el mandatario designó como reemplazo a Cynthia Gellibert, actual vicepresidenta temporal, bajo el argumento de que Abad no estaba en condiciones de asumir el cargo.
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“La lealtad de las instituciones ya no está con el pueblo ni con la Constitución, sino con una persona. Esto claramente le traerá consecuencias legales, nacionales e internacionales”, señaló Abad, quien además calificó la decisión de Noboa como una violación de la Constitución.
La vicepresidenta también destacó que, desde el inicio del gobierno en noviembre de 2023, ha sido objeto de hostigamiento por parte del oficialismo, incluyendo su designación como embajadora en Israel, lo que, según ella, fue una maniobra para mantenerla alejada del poder. “Me han impedido por la fuerza incluso ingresar a mi despacho vicepresidencial”, denunció.
El secretario general de la Asamblea Nacional, Alejandro Muñoz, respaldó las declaraciones de Abad, señalando que, según la Constitución, ella debería asumir la Presidencia durante la ausencia de Noboa. Muñoz afirmó que el decreto enviado por el mandatario para delegar el cargo a Gellibert fue devuelto por “yerros jurídicos y constitucionales”.
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“Hoy se pretende gobernar con decretos que parecen servilletas de cocina”, comentó Abad, acusando al gobierno de perpetuar un “caos legal-político”.
En su intervención, Abad hizo un llamado urgente a la Organización de Estados Americanos (OEA) para activar la Carta Democrática Interamericana, argumentando que Ecuador atraviesa una “grave conmoción” institucional. “Estoy preparada para reemplazar al presidente en democracia y conforme a la Constitución”, afirmó. Abad insistió en que no enfrentará “pueblo contra pueblo” y subrayó la necesidad de proteger la democracia en Ecuador, señalando que las instituciones de control están obligadas a evitar lo que calificó como una “escala dictatorial”.
