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¿Vida en Venus? Científicos detectan amoníaco y fosfina en el planeta más caliente del sistema solar

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Resumen

Dos equipos de científicos han detectado señales de amoníaco y fosfina en las nubes de Venus, que podría indicar la presencia de vida. Sin embargo, aún es necesario confirmar estos hallazgos y entender qué los produce.

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En un descubrimiento que podría revolucionar nuestra comprensión del sistema solar, dos equipos internacionales de científicos han detectado señales de gases en Venus que podrían ser compatibles con la vida. La presencia de amoníaco y fosfina en las nubes del planeta ha generado una oleada de especulaciones y entusiasmo en la comunidad científica.

El objetivo de encontrar vida fuera de la Tierra ha sido una obsesión humana durante décadas, impulsando misiones a la Luna y Marte. Ahora, la atención se vuelve hacia Venus, el planeta más cálido del sistema solar, donde las condiciones extremas han planteado un nuevo enigma.


Hallazgos prometedores

Durante la reunión nacional de astronomía en Hull (Yorkshire), se presentaron hallazgos prometedores que podrían ofrecer respuestas a esta gran pregunta. Según el diario The Guardian, los científicos han encontrado amoníaco y fosfina en las nubes de Venus, a unos 50 kilómetros sobre la superficie, donde las condiciones de temperatura y presión podrían ser más similares a las de la Tierra.

Dave Clements, profesor de astrofísica en el Imperial College de Londres, explica que si Venus atravesó una fase cálida y húmeda en el pasado, es posible que la vida se haya adaptado para sobrevivir en las nubes del planeta. “Podría ser que si Venus atravesó una fase cálida y húmeda en el pasado, cuando el calentamiento global descontrolado tuvo efecto, habría evolucionado para sobrevivir en el único nicho que le quedaba: las nubes”, afirma Clements.


Investigaciones y resultados preliminares

Utilizando el telescopio James Clerk Maxwell en Hawái, Clements y su equipo han rastreado la fosfina a lo largo del tiempo, descubriendo que este gas sigue el ciclo día-noche del planeta. “Nuestros hallazgos sugieren que cuando la atmósfera está bañada por la luz solar, la fosfina se destruye. Todo lo que podemos decir es que la fosfina está ahí. No sabemos qué la produce. Puede ser una cuestión de química que no entendemos. O tal vez la vida”, señala Clements.

Jane Greaves, astrónoma de la Universidad de Cardiff, también ha realizado observaciones con el telescopio Green Bank, destacando la presencia de amoníaco. Este gas en la Tierra se produce por procesos industriales o bacterias convertidoras de nitrógeno, aunque en Venus los procesos industriales no son aplicables. Sin embargo, Greaves es cautelosa y advierte: “Incluso si confirmáramos ambos hallazgos, no es evidencia de que hayamos encontrado estos microbios mágicos y que estén viviendo allí hoy”.


Perspectivas futuras

Nikku Madhusudhan, astrofísico de la Universidad de Cambridge, subraya que para demostrar la existencia de una bioseñal, es necesario que la señal sea sólida y que las moléculas estén vinculadas de forma convincente a la vida. “En el caso de Venus, ambas cuestiones están abiertas. Si realmente confirman la fosfina y el amoníaco de forma robusta, aumentan las posibilidades de un origen biológico. Todo esto es motivo de optimismo”, explica Madhusudhan.

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