Resumen
El Buque Escuela ARC Gloria, con 74 cadetes, regresó a Colombia tras un viaje de 161 días por 13 países. El viaje representó los sueños y la valentía de los cadetes, así como el orgullo colombiano. Fue una oportunidad para compartir la cultura colombiana y dejar en alto el nombre del país.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El Fondo Nacional de Turismo – Fontur, acompañó el atraque del Buque Escuela ARC Gloria que, después de una travesía de 19.813 millas navegadas, regresó a casa con un grupo de 74 cadetes de la Armada Nacional de Colombia.
El viaje de ese este buque insignia, que se extendió por 161 días y llevó a los cadetes surcar las aguas de 13 países, es un testimonio de la fortaleza y dedicación de los hijos de Colombia, que reflejan el espíritu imparable de nuestra juventud.
El Buque ARC Gloria es uno de los embajadores más emblemáticos que tiene Colombia, el País de la Belleza”, dijo el gerente general de Fontur, Álvaro Balcázar Acero. Este recorrido no solo encarna los sueños y la valentía de nuestros cadetes de la Armada Nacional, sino también el orgullo y la esencia que los identificarán como colombianos, estén donde estén, y que llevarán a cualquier lugar del mundo”, puntualizó el Gerente.
Desde el gran puerto de Barranquilla hasta la ciudad de Londres, la tripulación del Gloria visitó destinos tan diversos como San Juan, Lisboa, Civitavecchia, Marsella, Barcelona, Amberes, Estocolmo, Kiel y La Haya.
Cada zarpada no solo amplió sus horizontes, sino también les permitió conocer nuevos destinos y compartir la esencia de Colombia con los demás países, llevando la riqueza y el orgullo de nuestra cultura a cada puerto del mundo.
El comandante de la Armada de Nacional Colombia, vicealmirante Juan Ricardo Rozo Obregón, agradeció a los cadetes, dejar en alto el nombre de nuestro país a bordo del embajador de Colombia en los mares del mundo.
Entre los hitos de este recorrido se encuentran la visita a monumentos históricos en Washington D.C. y al Santuario de Fátima en Portugal; un emotivo encuentro con el Papa Francisco en el Vaticano; la participación en la recepción de la antorcha olímpica en Marsella; actividades culturales en Barcelona en honor a Gabriel García Márquez, y la bienvenida por parte del Coro Hijas e Hijos de la Paz, en Amberes.
“Es un orgullo volver a mi hogar”, dijo el marino Harold Andrés Segura, al terminar la ceremonia. “Recibir el abrazo de mis padres, que tanto extrañé, y sentir este gran recibimiento me hace sentir que este gran viaje lleno de aprendizajes valió toda la pena”.
Hoy, después de haber cruzado los mares, enfrentado desafíos y superado expectativas, el mayor orgullo de nuestros cadetes es regresar a su tierra natal: Colombia, el País de la Belleza. Este regreso no solo marca el fin de una travesía épica, sino también el reencuentro con su familia, y el regreso a la tierra que es su cuna e inspiración.