Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Un nuevo episodio de inseguridad ha sacudido a San Gil. El pasado viernes en horas de la tarde, un violento hurto a mano armada se registró en la chatarrería El Paisa, ubicada en la avenida Santander. Este es el cuarto incidente similar en menos de dos meses, lo que ha encendido las alarmas entre los habitantes de la región.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 6:15 p.m., cuando el dueño del establecimiento, un hombre de 73 años, se disponía a cerrar el negocio. En ese momento, dos individuos armados lo amenazaron, lo llevaron a la bodega y lo amordazaron. Los delincuentes lograron apoderarse de una cadena de oro valorada en 10 millones de pesos, así como de 4 millones en efectivo que había en el local. Para dificultar su identificación, también sustrajeron el DVR de las cámaras de seguridad antes de escapar en una motocicleta.
Lo más alarmante de este caso es que los ladrones le advirtieron a la víctima que había sido blanco de su ataque por no haber pagado una supuesta extorsión de 200 millones de pesos, la cual también había sido dirigida a sus hijos, quienes recibieron llamadas y mensajes amenazantes días antes del incidente.
Este hecho de inseguridad se produce justo cuando comerciantes, concejales y miembros de la comunidad se reunieron en la Cámara de Comercio de Bucaramanga, Seccional San Gil, para analizar la creciente problemática de la delincuencia en el municipio. Es evidente la urgencia de una respuesta coordinada entre instituciones públicas y privadas, autoridades locales, gremios y fuerzas vivas para enfrentar este fenómeno.
Mientras tanto, la recomendación para los residentes y visitantes de San Gil es clara: evitar situaciones de riesgo, no colaborar con la delincuencia comprando artículos robados, implementar medidas de seguridad en sus hogares y negocios, y exigir a los gobernantes y autoridades resultados efectivos contra las bandas organizadas que amenazan la paz y el comercio en la región.
